17 diciembre, 2006

Además, pisé mal y tengo la pierna derecha un poco inflamada

Se que más adelante, dentro de unos días, voy a poder separar lo hermoso que fue Sabina en Boca de lo mal que la pasé durante las seis horas que le siguieron a esa hermosura.

Mojarme con la lluvia no me parece trágico. Incluso el hecho de no tener seco un sólo centímetro de piel es algo solucionable. Chapotear adentro de mis zapatillas también.
Pero todo esto se complica cuando estás relativamente lejos de casa, cuando el viento hace que la lluvia sea una maldición omnipresente, cuando los taxis pasan a tu lado sin la libertad en rojo, cuando los colectivos no paran, cuando te cierran sin piedad el bar de la esquina y cuando Relativamente Lejos se inunda hasta tus tobillos.

Pero otro bar de otra esquina eligió, para mi beneficio, ser solidario y posponer un rato su horario de cierre. El café estaba caliente como un milagro de perfil bajo, y el mozo, presuroso (yo quiero un abuelo así), me trajo una servilleta y me dijo con su acento peruano
- Séquese el cabello, si quiere

Vi un ciento cincuenta y dos que, me acordé, va a Plaza Italia. Y en Plaza Italia se puede esperar durante media hora el ciento sesenta que finalmente llega.
Podría ser peor.

Me metí en la cama a las seis y media y, al instante, la lluvia volvió a ser agua que cae del cielo.

10 Comments:

Blogger ÓL said...

Pues el mejor concierto de mi vida no fue uno de Sabina, pero si acabó bajo la lluvia, sin taxis y en lo alto de Montjuic, con un largo trecho por andar, pero hay cierta felicidad que es como un dique infinito.

17/12/06, 10:25 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Todo lo que te aporta cosas buenas y te hace sentir bien, compensa las pequeñas incomodidades, y ese poder lo tiene la música.


besotes guapa

18/12/06, 8:46 a. m.  
Blogger Sandra Becerril said...

Me recordaste muchas cosas que me pasaron!! jeje y creo que lo importante es lo que esa música te transmitió, lo demás se olvida

besos

18/12/06, 12:51 p. m.  
Blogger Arcángel Mirón said...

Sí, fui feliz de todos modos. Aunque mi pierna esté cada vez peor...

18/12/06, 4:02 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

todo lo q llega despues de un recital es sumamamente hermoso y fastidioso...lluvia,bondis q no llegan,gente fumando hierbas,supuestamente,curativas...

dolores en pie,cuello,brazos y demas partes...y todo eso lejos de casa,de esa cama tan comoda...

pero,¿quien te quita lo bailado?,diria mi abuela

me alegro q lo hayas pasado bien...comentario con cierta porcion de encvidia porq no pude ir jejeje

besos

19/12/06, 3:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¡Qué garrón!
Pobre Per...
Yo fui el domingo, por suerte.

20/12/06, 2:26 p. m.  
Blogger Sandra Becerril said...

Ya había pasado, pero quería dejarte un abrazo muy navideño..-

21/12/06, 2:23 p. m.  
Blogger El detective amaestrado said...

La lluvia, en ocasiones, es un arma que nos destroza por dentro.Reparte melancolías

21/12/06, 4:12 p. m.  
Blogger Aiala Ruiz de Alegría said...

Unos andan con paraguas y otros no, y en los pasos de zebra nos cruzamos y zas! en un segundo queda decidido quíen será el viejo truhán capitán y quíen la pobre Cristina.
Abrazada a dos tibias y una calavera en el hueco de la almohada en mi colchón me pregunto si la chica encontrará al fin una farmacia en la que un tipo que nunca fue a ninguna parte le venda sin receta pastillas para no soñar.

abrazos :)

4/1/07, 10:02 a. m.  
Blogger TEILLU said...

Es una entrada ya antigua, pero ando recorriéndote de nuevo; tan sólo que me encantó esta crónica.

Un besíiiiiiiiin!

27/5/08, 6:46 p. m.  

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