28 junio, 2009

Los tigres de Murakami

Benditos sean los que pudieron ser y no han querido (Joaquín Sabina).

Aún no terminé de leer Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, de Murakami; me resulta una novela pesada. Fascinante y pesada, extraña combinación. Tengo el libro en suspenso, ahí, arriba del microondas, que es donde pongo los libros que no puedo terminar de leer. Está ahí desde hace meses. Pero hay una escena que me sigue dando vueltas en la cabeza, con insistencia, como el goteo de una canilla mal cerrada. Como las cosas que mi inconsciente quiere que tenga en cuenta.
La escena es ésta: en plena guerra, un soldado recibe la orden de exterminar a los animales del zoológico; no recuerdo por qué, supongo que para evitar que las fieras los atacaran. Ya en el lugar, el soldado se entera de que el veneno disponible es insuficiente. El veneno no puede matar a todos los animales. El soldado tendrá que recurrir a su arma de fuego. Se para frente a la jaula de los tigres, apunta, y no dispara. No puede hacerlo. No puede dispararle a un animal enjaulado. Al soldado curtido, que mata y mata y mata hombres en una guerra, algo le impide matar a un animal indefenso y sin escapatoria.

Hay personas que pueden abusarse de nosotros y no lo hacen. Personas (en mi caso puedo ponerles caras y nombres) que eligen no dañarnos. No sé si entendemos la dimensión de esto: personas que tienen la capacidad para rompernos en pedazos y deciden dejarnos enteros. No hablo de padres, hermanos, familiares, y tampoco hablo de personas que no saben de nuestra existencia. Hablo de personas que llegan a nuestra vida, que llegan en catarata, y toman un protagonismo impensado. Nosotros le damos ese protagonismo, y ellos lo aceptan, en un trato tácito y difícil de anular. Y pueden destrozarnos, porque el amor que emitimos (sea cual sea su forma y su nombre) permite esa vulnerabilidad; pueden destrozarnos, y no lo hacen.
No es un detalle menor. Éste es un mundo raro, de metas y victorias y guerras inútiles pero eternas, de ganadores o perdedores, de banderas plantadas, de fuertes o débiles. Un mundo que se mata por arrancar un ramillete de poder, de cualquier tipo de poder. Y en este mundo, hay personas que tienen poder sobre nosotros, y optan por ignorarlo.
Benditos sean.

38 Comments:

Blogger TORO SALVAJE said...

Me quedo con la frase de Sabina y le doy las gracias.

Besos.

28/6/09, 1:42 p. m.  
Blogger LA CASA ENCENDIDA said...

Gilda, las personas tenemos en nuestra mano todo el poder, depende de nuestra ética, que ese poder lo utilicemos de una u otra manera, ¡es eso y nada más, creo yo!
Es muy interesangte esta reflexión tuya, muy mucho.
Besicos guapa.

28/6/09, 2:05 p. m.  
Blogger Emilio Calvo de Mora said...

Tengo yo Tokio blues en mi microondas particular: un cajón de la mesita de noche. También se me atragantó, y veo partes fascinantes y trozos mediocres, cuando no malos. En cuanto a lo que cuentas, benditos sean los que respetan y dejan correr la vida. Mansamente, sin estrépito, sin ese desparpajo animal de quien quiere exhibirse y gobernar a quienes le rodean. Murakami, no obstante, está ahora mismo en un cruce de caminos. Saludos.

28/6/09, 2:26 p. m.  
Blogger Sofi ♪♫ said...

Y la confianza es ofrecer a ojos cerrados ese poder, el de destruirnos completamente... con la esperanza de que no lo harán.

Y sí, benditos sean. Porque además uno siente como adrenalina al dar ese poder, siempre y cuando sea consciente, pero la otra persona da seguridad...
No sé.
Cualquiera.


Un beso!! :)

28/6/09, 2:55 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

alabados.
no se como justificar ese "no hacer", pienso en qe lo hacen por cariño y me vienen mil ejemplos a la mente para decir que no, pienso en piedad pero lo dudo, así que no sé. me dejaste con una intriga

saludos!

28/6/09, 3:39 p. m.  
Blogger Gi said...

y hay que agradecerles? mmmm no se. Algunas personas nos hacen daño con el solo hecho de no estar en nuestras vidas, y como eso es una elección que ellos han hecho, en contra de nuestro deseo, no podría bendecirlos

28/6/09, 4:15 p. m.  
Blogger Sureña said...

Benditos y hasta alabados. Esa frase de Sabina (bendita seas por estar tan Sabinesca últimamente) es un comienzo maravilloso.

¿Encima del microondas? pero qué grande eres... ;)

Besitos

28/6/09, 4:32 p. m.  
Blogger Salva said...

Y no nos traicionan, ¿verdad? :)

28/6/09, 4:35 p. m.  
Blogger Bruni, Carla, ¡¡of course!! said...

Una gran disertación, sin duda, pero opino como La casa encendida.
Tenemos distorsionada la palabra poder. Esta no solo sirve para destruir, sino para crear. El poder no siempre es malo y negativo, gracias a el muchas personas pueden ayudar más que otras a crear un mundo mejor porque son escuchadas, tienen carisma y prestigio y lo utilizan a favor del mundo.El otro tipo de poder solo es para los joputas

besos benditos

28/6/09, 5:00 p. m.  
Blogger Arcángel Mirón said...

Toro: hay mucho que agradecerle a Sabina. :)

Nani: claro que sí. El tema está en la elección. Cómo usamos lo que tenemos.

Emilio: no leí Tokyo blues. Quiero leerlo, y quiero terminar Crónica...
Un abrazo, bienvenido. :)

Sofi: dijiste algo clave: confianza. Porque no hay mayor demostración de honestidad y buena voluntad que la que nos ofrece el que puede dañarnos y no lo hace.

Exiliada: el cariño, el afecto, algo tendrán que ver. :)

La Luz: creo que hablamos de cosas distintas. No agradecer, ya que sería como agradecerle al ladrón que NO se lleva nuestro DNI. Sí tenerlo en cuenta a la hora de confiar o no confiar: una persona tiene la capacidad de lastimarnos, y elige no hacerlo. Eso me da confianza. Respecto a las personas que nos lastiman por no estar... bueno, es algo distinto. Uno no puede vivir para satisfacer los deseos y necesidades ajenas. Por eso digo, son cosas distintas.

Sureña: es que no tengo biblioteca. Arriba del microondas, abajo de la cama, etc. :)

Sal: claro, es lo opuesto a la traición. :)

Carla Bruni: claro. La clave está en la elección. Lo que nos define no son nuestras capacidades sino nuestras elecciones.

:)

Apapachos a todos!

28/6/09, 5:21 p. m.  
Blogger JuanMa said...

A veces (muy pocas) las personas merecemos ese nombre.

Un beso.

28/6/09, 5:31 p. m.  
Blogger Belén said...

Dios mío, tienes razón!!!

Se de gente que si decidió hacerme daño, esos si que son psicópatas

Besicos

28/6/09, 5:40 p. m.  
Blogger Sr. Miyagi said...

Evita, siempre que puedas, hacer daño a un corazón: tú podrías estar dentro.
Provervio chino, s. VI (por ejemplo).
Magnífico post, Sta. Manso.

28/6/09, 6:35 p. m.  
Blogger Seo said...

va a sonar insultancial pero me quedo con la frase de los libros sobre el microondas. es un sitio un tanto inusual jejej

un saludo

28/6/09, 7:38 p. m.  
Blogger Unknown said...

Esa escena que mencionaste del mismo libro que cierta vez te comenté de Murakami me hizo recordar una acción similar de la ocupación nazi en Francia.

Se cuenta que cuando los nazis colocaron dinamita en la catedral de Notre Dame y en la Torre Eifel no pudieron volarla. ¿Porqué?, pues porque tanto el soldado en Notre Dame como el de la torre no pudieron presionar el interruptor para la detonación. Nadie supo nunca porqué. Imaginate que con eso el poderío nazi se volvia colosal dado que tiraba al suelo enormes imágenes adoradas de la cultura europea. Pero en definitiva quienes tenían el poder de cambiar el curso no lo usaron, es como que titubearon o el mismo poder los transformó.

Trasladado a las personas quien tenga un poder semejante y no accione el gatillo es alguien a quien temerle. Así lo veo yo. El disparo psicológico usa cartuchos súmamente delicados, como si fuese una bala de plata, que te vuela el cerebro pero no al instante, sino con el tiempo.

A mí aún me falta un poco para terminar ese libro también. Me leí casi todos de Murakami, pero ese aún quedó con la marca y lo más increíble que vuelvo a otros pasajes de él a releerlo. ¿Se nota que es uno de mis autores favoritos?

Saludos.

28/6/09, 7:45 p. m.  
Blogger Sr. Miyagi said...

Ejem! Quise decir "proverbio", ahí arriba...
(:{)

28/6/09, 9:37 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Vos misma lo dijiste: "nosotros le damos ese protagonismo". Si no los dejamos llegar, no nos podrán hacer daño. ¿Será que el daño que podrían llegar a hacernos en realidad nos lo dejamos hacer? Definitivamente para mí hoy no es un día para hablar de confianza.

28/6/09, 11:14 p. m.  
Blogger Soy ficción said...

Ese libro tambien me dejó desconcertada (http://bajoelhielo.blogspot.com/2008_05_01_archive.html)...

Es una gran reflexión la que has hecho, porque a veces se nos olvida que nuestro amor no obliga a nada, y esas personas que encumbramos no tienen porque ser delicados con nuestro corazón.Tienes razón, este es un mundo raro.

29/6/09, 4:52 a. m.  
Blogger .Gs. said...

Hola amiga!

La verdad que nunca me paré a pensar cuan vulnerables somos frente a la personas que apreciamos y queremos, pero es cierto, yo soy un completo indefenso cuando estoy con mis amigos más íntimos, mi pareja o mi famlia, pero no me han hecho daño, nunca, aun teniendo la oportunidad.

Muy buena la relexión Gilda,

Te abrazo

.Gs.

29/6/09, 7:17 a. m.  
Blogger Arcángel Mirón said...

JuanMa: ¿vos te incluis? :)

Belén: ahí está lo opuesto: los psicópatas. Esa cosa de "puedo lastimarte y no lo hago, soy bueno, ¿viste?". Ay, me pone la piel de gallina. Un abrazo.

Sr. Miyagi: me encantó el proverbio. (Ya había entendido que era proverBio). :) Apapachos a raudales.

Seo: ojo, cuando te acostumbrás a verlos ahí, no molestan. :)

Miguel: buenísima esa historia. Increíble. (Cada vez que leo o escribo la palabra "Murakami" me acuerdo de vos). :)

Lucy: es que si no los dejamos llegar corremos el riesgo de perder todo lo bueno. ¿Cómo hacés para no querer a alguien? :)

Nausicaa: me recordaste a una frase de Victor Hugo: "las personas tienen la extraña pretensión de que el amor conduzca a alguna parte". :)

Gs: bueno, no es que yo lo piense todo el tiempo. Es que hace poco lo hablé con una amiga, y luego me quedé anclada ahí.

:)

Apapachos a todos!

29/6/09, 12:41 p. m.  
Blogger Susana Peiró said...

El blanco fácil: un tigre tras las rejas emocionales y un soldado que perdona la vida del "animal indefenso y sin escapatoria".

Qué buena metáfora visual Gilda! Sean cuales fueren las razones del soldado, son para agradecer.

Un raro tipo de héroe, con una medalla en la solapa por no haber disparado.

Muuuuy buen Trabajo!

Mi beso de Lunes Querida Amiga!

:)

29/6/09, 1:20 p. m.  
Blogger Sr. Miyagi said...

Supongo que la corrección era innecesaria, pero considero tu blog una especie de santuario de las letras que no debe ser profanado con errores ortográficos como ese. Me voy de vacaciones, a disfrutar del verano septentrional. Besos desde el otro confín del mundos.

29/6/09, 4:44 p. m.  
Blogger Luigi said...

Definitivamente no me gusta Sabina... jajajajaja

Pero este post me hizo sonreir de felicidad. Soy de cristal en su presencia... pero podría dormir pacíficamente en su mano (a pesar de saber, que podría aplastarme cerrando el puño casi sin esfuerzo)

Saludos. Hermoso post.

29/6/09, 7:25 p. m.  
Blogger Verbo... said...

Estar con un poquito de conciencia, matar hombres en plena defensa, pero matar animales, que nada culposo han hecho, y tras las rejas, sin darle la oportunidad de escapar por su vida, bueno, eso si, eso si es pura cobardía.

Un beso ♥

29/6/09, 7:41 p. m.  
Blogger Manu Espada said...

Me ha gustado la escena del zoo, un soldado rendido ante las fieras indefensass. Al fin y al cabo es lo que nos diferencia de los animales (aunque no siempre).

30/6/09, 3:09 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

la frase de sabina : exelente

el relato ni hablar ...fantastico ya sabes como siempre...
es uno de esos cahetazos viste los cuales te dejan pensando por dos min.mas lo que uno leyo...
gracias amiga ....

besines
:=)sau

30/6/09, 8:55 a. m.  
Blogger NuNú said...

La verdad: "Benditos"... Que ellos existan nos da un poco de luz y esperanza a los demás...

A veces soy uno de los "benditos". A veces no.

Gilda ¿tú llevas algún taller de escritura por Internet? Es que alguna vez ví por aquí que llevabas talleres (pero creo que sólo presenciales). Si es así, la verdad me gustaría mucho participar. Podrías enviarme información...

BEsos y gracias anticipadas...

30/6/09, 9:45 a. m.  
Blogger Arcángel Mirón said...

Susana: no creo que le den una medalla por eso. La medalla, en ese caso, es interna. O externa, pero invisible. :) Te abrazo, amiguísima.

Sr. Miyagi: yo, más que santuario, lo veo como un patio de comidas.
Mandame un poco de sol, que acá hace frío.

Luigi: qué bueno poder confiar así, ¿no?

Verbo: quizás fue por eso que eligió no hacerlo. :)

Manu: la indefensión fue más fuerte que el poder. Paradójico, ¿no?

Sauvi: gracias por tus palabras. :) Un abrazo.

Nunú: no, doy un taller presencial, como dijiste. Por internet no tengo. Pero buscá, hay varios muy buenos. Suerte. :)

Apapachos a todos!

30/6/09, 11:55 a. m.  
Blogger Trenzas said...

Pues a mí me gustó mucho y me leí las 900 y pico páginas sin dejarla.
Y también me puse a reflexionar en esa escena del zoológico, pensando algo parecido a lo que piensas tú: que la compasión nos alcanza a todos tan a menudo como la crueldad.
Es un libro diferente; un libro que contiene muchos otros, por todas las historias que desarrolla. Quizá la menos interesante es la historia de amor y desamor del protagonista.
Apapachos, preciosa.

30/6/09, 12:41 p. m.  
Blogger la jardinera said...

Benditos sean, Gilda.
Me quedo con la última frase. Ójala siempre fuese así, ójala fuésemos todos así.

Besitos,

30/6/09, 2:32 p. m.  
Blogger Hank said...

Bueno, sé que hablas de otra cosa, pero la escena que utilizas de Murakami es muy habitual y nada tiene que ver con la bondad del abusador que nos perdona el sufrimiento.
Sucede que asesinos de personas son incapaces de hacerle daño a un animal -y menos si está herido-, eso que nos hace soltar unas lágrimas por el malo en una escena inesperada y tierna que arranca una espina de la zarpa de un león poniendo en peligro su propia vida, como si de un vengador de algo se tratara.
No hablo de películas solamente: sucede exactamente así en mil casos de la vida real.

Perdona la digresión, Gilda (uff de nombre...)

(Curioso: la verificación de palabra para publicar el comentario es PRERROS)

30/6/09, 3:02 p. m.  
Blogger nois de lean said...

este es un mundo loco y hay que estarlo un poco para que en uno de esos giros no quedemos fuera

buen blog, saludos

30/6/09, 8:07 p. m.  
Blogger Lumi said...

Tanto poder en nuestras manos y las manos de otros y lo bueno es no utilizarlo.

UN besote

1/7/09, 11:06 a. m.  
Blogger Arcángel Mirón said...

Trenzas: sin dudas es interesante. Es un libro repleto de historias, tenés razón. :)

Jardi: bueno, está en nosotros. Nosotros decidimos. :)

Hank: el más famoso (creo) fue el mismísimo Hitler. ¿No era amante de los gatos? Sucede que me llamó la atención esa escena, más que por la escena en sí, por el modo en que estaba narrada. En una parte el personaje dice algo como: "vi al tigre muerto y me pareció más grande que cuando estaba vivo".

Nois de lean: hay que adaptarse.

Luminicus: o utilizarlo, pero para bien.

:)

Apapachos a todos!

1/7/09, 12:02 p. m.  
Blogger Desde mi realidad said...

A mí me encantó ese libro. De hecho es uno de mis favoritos. Murakami es especial. Desde aquí te animo para que acabes de leerlo, merece la pena :)
Un beso

1/7/09, 1:02 p. m.  
Blogger AdR said...

Benditos sean. Porque lo peor es comprobar y sufrir ese poder ajeno a nosotros.

Yo me acabo de terminar Sputnik, mi amor. Raro, embriagador.

Besitos, querida.
Ya me gustaría a mí tener una foto de tu microondas :)

3/7/09, 4:16 p. m.  
Blogger Clarice Baricco said...

Este texto lo leí primero en tu face y me dejaste desarmada.
Es el libro que me falta de terminar, al igual que a ti, y es que Murakami, es un autor que me gusta mucho, pero tiene la facilidad de ponerme en un estado de...de...

Abrazos muchos...

7/7/09, 11:31 a. m.  
Blogger Pame Recetas said...

Por razones muy distintas tengo este libro a medias yo también (viene en un camión viajando): Murakami es disparejo, pero siempre tiene algo importante que decirnos.

13/7/09, 3:35 p. m.  

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