22 junio, 2009

Metódicas navajas

“Un lenguaje que corte el resuello. Rasante, tajante, cortante. Un ejército de sables. Un lenguaje de aceros exactos, de relámpagos afilados, de esdrújulos y agudos, incansables, relucientes, metódicas navajas. Un lenguaje guillotina”. (Octavio Paz).

No se escribe con el corazón. No se debe escribir con el corazón. La escritura es ajedrez, no generala. No hay nada azaroso en la escritura, no puede haberlo. El escritor es cirujano, no croupier. Aquí no están viendo mi corazón; están viendo mi cerebro. Mi corazón es la voz en off, el piolín del barrilete.

En la película Doce hombres en pugna, un jurado penal debe decidir si un hombre acusado de homicidio es culpable o inocente. El veredicto, cual sea, debe ser unánime. Once hombres no dudan: el juzgado es culpable. El hombre que queda tampoco duda: el juzgado es inocente. Los espectadores creemos que a los once hombres les costará poco y nada convencer al rebelde de que se una a ellos; después de todo, son once contra uno. Pero es al revés. Es el hombre solitario quien convence a los once, uno a uno, y los hace cambiar de opinión. El jurado termina decidiendo que el juzgado es inocente.
El hombre tenía una única arma: su lenguaje. Su modo de decir las cosas. Su forma de comunicar sus ideas. Los argumentos que expuso para defender la inocencia del acusado fueron argumento fríos, argumentos mentales. No había nada emocional en su lenguaje. No podía haberlo. La emoción moviliza pero no revoluciona, la emoción genera más emociones; la emoción se hace eco, pero no convence.

La escritura, la comunicación, es estrategia. La literatura es estrategia. El poema que nos conmueve está fabricado con aceros exactos. El final del cuento que nos deja sin aire es metódica navaja. Debe serlo. Porque si lo logramos, el corazón (voz en off, piolín del barrilete) se emocionará, festejará y pedirá más.
Y ahí sí podremos descansar tranquilos.

48 Comments:

Blogger TORO SALVAJE said...

Esa película aquí se tituló como "Doce hombres sin piedad", y claro, viendo el argumento no parece que el que decidió el título tuviera su mejor día...

En cuánto a lo que dices estoy en parte de acuerdo, pero el cerebro por si sólo no transmite, tiene que estar activado por la emoción, si no es así sólo podrá escribir literatura farmacéutica o algo parecido.

Besos.

22/6/09, 2:29 p. m.  
Blogger Salva said...

Tengo ganas de ver esa película.

UN CARNÍVORO CUCHILLO

Un carnívoro cuchillo
de ala dulce y homicida
sostiene un vuelo y un brillo
alrededor de mi vida.

Rayo de metal crispado
fulgentemente caído,
picotea mi costado
y hace en él un triste nido.

Mi sien, florido balcón
de mis edades tempranas,
negra está, y mi corazón,
y mi corazón con canas.

Tal es la mala virtud
del rayo que me rodea,
que voy a mi juventud
como la luna a mi aldea.

Recojo con las pestañas
sal del alma y sal del ojo
y flores de telarañas
de mis tristezas recojo.

¿A dónde iré que no vaya
mi perdición a buscar?
Tu destino es de la playa
y mi vocación del mar.

Descansar de esta labor
de huracán, amor o infierno
no es posible, y el dolor
me hará a mi pesar eterno.

Pero al fin podré vencerte,
ave y rayo secular,
corazón, que de la muerte
nadie ha de hacerme dudar.

Sigue, pues, sigue cuchillo,
volando, hiriendo. Algún día
se pondrá el tiempo amarillo
sobre mi fotografía.

(Miguel Hernández)

22/6/09, 4:09 p. m.  
Blogger Índigo said...

Totalmente de acuerdo, amiga y además,¡me ha encantado! Te felicito.
Un beso

22/6/09, 4:33 p. m.  
Blogger Sureña said...

Tú eres única manejando esa navaja, fíjate, me has convencido de todo lo que dices... ;)

Ya quisieran y quisiéramos muchos...

Besitos

22/6/09, 5:56 p. m.  
Blogger LA CASA ENCENDIDA said...

Que argumento más bonito nos dejas hoy. Recuerdo esa obra, la he visto en película y en obra teatral y me gustó mucho. Recuerdo al protagonista (que lo bordaba) y que por cierto, nos dejó hace unos días, un fabuloso actor que fue.
Y bueno, tu has manejado y sueles manerjar la navaja de maravilla.
Besicos muchos preciosa.

22/6/09, 6:32 p. m.  
Blogger Seo said...

yo creo que es una mezcla de ambas cosas, no sé

un beso

22/6/09, 6:55 p. m.  
Anonymous sinuosa said...

"Doce hombres sin piedad", una de mis obras favoritas.

Y qué requetebien lo has expresado.
Besin, niña brillante.

22/6/09, 6:57 p. m.  
Blogger JuanMa said...

Yo no soy capaz de usar la cabeza cuando escribo. Es el corazón el que sale por mis letras.

Seguramente por eso tú eres escritora y yo solamente escribo :)

Besos.

22/6/09, 7:06 p. m.  
Blogger Mar said...

Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

23/6/09, 1:11 a. m.  
Blogger Soy ficción said...

No sabria decirte. Creo que la frialdad es tambien una respuesta emocional: debo ser objetivo y claro para conseguir lo que mi corazón quiere. Quizas a veces si y otras no.

23/6/09, 5:26 a. m.  
Blogger Desde mi realidad said...

Creo que tienes razón, al menos para los escritores profesionales supongo que será así...
Qué buena esta entrada!

23/6/09, 6:07 a. m.  
Blogger Raúl said...

Totalmente de acuerdo. Estamos antes un acto inteligente, más que pasional.

Pd.- Escribí sobre esa peli.

23/6/09, 6:07 a. m.  
Blogger Belén said...

estoy de acuerdo, el lenguaje es el arma mas mordaz que tenemos... cuidemosla

Besicos

23/6/09, 8:45 a. m.  
Blogger Arcángel Mirón said...

Toro: claro que la emoción es necesaria, pero al momento de escribir debe ser canalizada, de otro modo se pierde la forma.

Sal: sí, mirala. Si podés ver la versión original, mejor.

Índigo: gracias! :)

Sureña: me alegra que te parezca así. :)

Nani: yo en teatro no la vi, aunque me gustaría. :)

Seo: claro que sí, necesitamos una dosis de emoción.

Sinuosa: también es una de mis favoritas. Gracias. :)

JuanMa: en la escritura catártica, el corazón está por encima de todo y es como debe ser. Pero en la ficción la cosa cambia. :)

Nausicaa: por eso digo que el corazón es la voz en off. Claro que está ahí, pero lo escuchamos nosotros, los que escribimos; el lector debe ver el resultado.

Aída: claro, a eso me refiero. :)

Raúl: lo sé, la recuerdo perfectamente (porque fue la única que adiviné). :D

Belén: así es. :)

Apapachos a todos!

23/6/09, 10:41 a. m.  
Blogger Unknown said...

Técnica alimentada por la vorágine.

23/6/09, 11:25 a. m.  
Blogger Susana Peiró said...

Tu artículo disparó un montón de recuerdos!
El primero, cuando recién graduada y en mi primer trabajo, estaba sentada frente a una lata de tomates.Jajajajajá! Debía presentar marca-producto en sociedad en un corto publicitario. No fue desafío menor encontrarle el "costado poético" (más allá de las cualidades como producto) comunicar calidad y apelar a los sentimientos en 20 segundos de spot. Clarísimo, navajas, incluso escalpelos para cortes precisos.

Luego, ese peliculón "Doce Hombres en Pugna". La vi varias veces con Jack Lemmon, pero ayer (después de leerte) busqué en la wiki, y aparentemente hay una primera versión con Henry Fonda que dicen, es espectacular. ¿También se hizo un remake hace poco? No me quedó claro.

Muy buen touch este artículo!

Mi beso Amiga Queridísima!

23/6/09, 11:56 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

A mí tengo que reconocer que, una de las cosas que más me cuestan a la hora de escribir, es alejarme del corazón y acercarme a la cabeza. Pero imagino que eso irá muy ligado a cómo se toma unos las cosas. Demasiado pasional para poder escribir bajo estrategia. Aunque entiendo que se deba hacer. Y a veces lo intento. Y quedo satisfecha de no verme en el texto.
Un abrazo, querida.

23/6/09, 2:00 p. m.  
Blogger Javier Puche said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

23/6/09, 2:52 p. m.  
Blogger Javier Puche said...

Pues esta vez no sé si estoy de acuerdo, Gilda. Me cuesta mucho deslindar la inteligencia del sentimiento, creo que ambas cosas son a menudo una sola. Quiero decir que no pueden trabajar por separado tan fácilmente. La inteligencia casi siempre está a mi juicio impregnada de sentimiento, y viceversa (hablo de sujetos mínimamente adaptados al medio y provistos de cierta complejidad). Pero tendría que pensarlo mejor. El debate que abres, en cualquier caso, resulta de gran interés. Un abrazo

23/6/09, 2:54 p. m.  
Blogger NoSurrender said...

Una película muy inteligente la que has traído, Arcángel. De mis preferidas.

Aunque creo que la película habla de las actitudes éticas ante la vida, no sólo del poder de la palabra. Claro que la literatura es una actitud ética ante la vida.

Apapachos!

23/6/09, 3:04 p. m.  
Blogger la jardinera said...

Las palabras tienen mucha fuerza, pueden acariciar o dañar. Hay que tener cuidado antes de escribirlas, y cuando haces eso, estás escribiendo con el corazón, ¿no?
Yo pienso que va todo más unido.

Besitos,

23/6/09, 3:44 p. m.  
Blogger Ale× said...

soy del bando del viento.
saludos.

23/6/09, 3:52 p. m.  
Blogger pennylanebcn said...

Sin palabras. Impresionante!


Estrategia.


Feliz 23 de junio!

23/6/09, 5:01 p. m.  
Blogger Tordon said...

Supongo que lo mejor será escribir con el corazón y después
corregir con la cabeza.

Besos desde Oviedo (Norte de España)

23/6/09, 6:04 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Por eso digo que sos una ingeniera literaria. Admiro tu talento, realmente.

24/6/09, 12:45 a. m.  
Blogger Arcángel Mirón said...

Oscar: no entendí.

Su: ¿Lograste hallarle el costado poético a una lata de tomates? ¡Genia! Jajaja... mirá, yo vi una peli vieja, y otra más vieja, así que no sé qué decirte. :)

Fusa: sin embargo, tu escritura tiene técnica. Capaz lo hacés sin darte cuenta, capaz está tan ligado a vos que la mezcla entre corazón y cabeza te sale con naturalidad. :)

Herman: es que no hablo de hacer una separación. La emoción está siempre, si no no seríamos escritores sino redactores de documentos. Pero la emoción pura en la escritura, la convierte en escritura catártica.

No Surrender: claro. Algunos de los hombres se sacaron el voto de encima porque no querían pasar toda la tarde allí. Al margen de eso, siempre me gustó cómo el "rebelde" fue convenciendo uno a uno. Ahí está el éxito del lenguaje. :)

Jardinera: por eso. Hay que pensar muy bien. :)

Ale: bueno. :)

Regina: gracias!

Tordon: también es una táctica, sí. :)

Lucy: muchas gracias. :)

Apapachos a todos!

24/6/09, 10:52 a. m.  
Blogger Juan Pablo said...

Decí todo lo que quieras, que a vos...



se te notan los piolines.


(capo)

:)

24/6/09, 12:59 p. m.  
Blogger Unknown said...

Me referia a que, como vos bien decis, aquel bullicio interno que nos impulsa a escribir, tiene que ser expresado por la ingeniería de la técnica literaria.

24/6/09, 2:45 p. m.  
Blogger Antígona said...

Compruebo que la polémica que iba a abrir se ha ido al garate leyendo tus respuestas a los comentarios :)

Porque entonces estoy de acuerdo, si te he entendido bien: para poder escribir sobre ciertas vivencias, sobre ciertas emociones, es necesario ser capaz de mantener distancia con respecto a ellas y analizarlas, diseccionarlas con una frialdad que resulta imposible en el momento mismo en que se están viviendo o sintiendo. Sólo así somos capaces de transmitirlas realmente con la palabra. Porque en ausencia de ella basta el aullido o la caricia. Y ni uno ni otra se dejan leer propiamente ;)

No he visto la película (pecado!!!), así que no sé si tendrá mucho sentido lo que voy a decir. Pero si uno piensa sobre el ejemplo de la política, me parece bastante claro que nunca son las razones las que convencen, sino las emociones, o mejor dicho, la capacidad de despertar sentimientos de adhesión. Los antiguos retóricos pretendían despertar emociones y así convencer. Y se jactaban de poder convencer a un público primero de una cosa y luego de su contrario.

No sé, tal vez cuando vea la película cambie de parecer.

Un beso!

24/6/09, 5:28 p. m.  
Blogger Perséfone said...

Así es, amiga.

Aunque a vece stampoco viene mal dejarse llevar por el corazón. O incluso por un compendio entre ambos.

De lo que nadie duda es del poder que tiene el lenguaje.

Lástima que lo utilicemos tan poco para hacer el bien.

Un saludo.

24/6/09, 10:41 p. m.  
Blogger AdR said...

Si es eso.
Yo siempre digo que la palabra es el arma más poderosa del mundo.

Luego está el beso.
Cuando se unen... la tormenta no cesa.

Besos y palabras.

25/6/09, 7:21 a. m.  
Blogger malditas musas said...

me gusta la literatura farmacéutica, me gusta la literatura enferma, o docta, me gusta cualquier relato con la navaja afilada... y después dejarme cortar por él y examinarme a mí misma...

;)
bsos
musa

25/6/09, 8:59 a. m.  
Blogger Arcángel Mirón said...

Pradero: peor es el caso de las vedettes que se resisten al paso del tiempo y se operan y quedan todas iguales a Amira Yoma. :)

Oscar: ahora sí entendí. :)

Antígona: ya sabía yo que ibas a querer abrir polémica, jaja.. a ver, no hablo de dos opciones, no creo que pueda ser Corazón vs. Intelecto. Es imposible separar. Digo que en el momento de la escritura más o menos profesional (la escritura catártica se maneja con otras reglas) la cabeza es prioritaria; que aquello que nació en nuestra emoción, para llegar al papel debe someterse a la técnica de la mente. :)

Perséfone: el lenguaje tiene un poder increíble. Una coma mal puesta, una frase dicha en el tono incorrecto pueden causar desastres. :)

AdR: ojo, tampoco querría que me peguen un balazo, pero sí, el lenguaje es el arma más poderosa. :) Besos arenosos, querido.

Musa: vos ya estás toda cortajeada por la fuerza terrible que tienen tus palabras. Yo también, luego de leerte, quedo marcada. :)

Apapachos a todos!

25/6/09, 11:07 a. m.  
Blogger Hank said...

Otra opinión más:

La literatura necesita un corazón latiendo en su escritura. La mejor literatura nace del mejor artesano de las palabras; no existen buenos artesanos sin corazón, y tampoco sin entrenamiento. Es tu latido exacto el que perfila la precisión de tu lenguaje guillotina, Gilda.

Es cierto, estoy de acuerdo en que el autor que pretende algo más que escribir, o sea el que intenta la literatura, necesita «liberar a sus personajes de su propio lastre personal» ―como decía Lola Beccaria el viernes pasado― y dejarlos libres, independientes de sí mismo y vivos en su propia vorágine. Debe ser capaz de olvidarse de sí, colocarse en el corazón de sus actores y desde ahí sorprenderse de sus palabras y de sus silencios, con sus acciones, con sus pensamientos, que nos serán ajenos casi siempre y a veces en profunda contradicción con nuestras propias convicciones.

Vomitar el propio corazón es un desastre para intentar la literatura con cierta seriedad.

25/6/09, 2:39 p. m.  
Blogger Juan Pablo said...

No me interpretaste.
Jodete.

:p

25/6/09, 10:42 p. m.  
Blogger Elena said...

Mira por donde has mencionado una de mis pelis favoritas para decir algo con lo que estoy totalmente de acuerdo.

26/6/09, 7:57 a. m.  
Blogger Trenzas said...

Este texto explica perfectamente tu forma de escribir, así como la de todos los buenos escritores. Se toma la distancia adecuada, el enfriamiento necesario para mejor llegar al rojo vivo de cada personaje.
No me quedaban dudas, pero ahora menos :)
Apapachos, escritora.

26/6/09, 12:44 p. m.  
Blogger Ines said...

Pues tienes razón , las palabras que salen del corazon salen como balas que si se disparan demasiado cerca hacen muchos destrozos pero pocos cortes limpios .
Un beso

26/6/09, 1:14 p. m.  
Blogger Bruni, Carla, ¡¡of course!! said...

Depende, pero aun siendo todo relativo, una gran lección arcángel

Buen finde

26/6/09, 1:14 p. m.  
Blogger Clarice Baricco said...

Bueno, como tú eres escritora, comprendo lo que dices.
Espero ver pronto la película.

Beso.

27/6/09, 12:25 a. m.  
Blogger Arcángel Mirón said...

Hank: es eso. Oscar Wilde escribió: "revelar el arte escondiendo al artista: tal es el fin del arte". Yo desconfío de la palabra "artista", pero coincido con él. Y con vos.

Pradero: sí te interpreté. :)

Elena: todo redondo, entonces. :)

Trenzas: claro, tomar distancia de uno mismo. :) Un abrazo.

Casilda: exacto. :)

Carla Bruni: claro que todo es relativo, por eso aclaré: la escritura catártica sí necesita usar y abusar del corazón. Un abrazo.

Gra: ¿no viste la peli? ¿Vooos? ¡No lo puedo creer! :)

:)

Apapachos a todos!

27/6/09, 12:23 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

***





"El hombre que queda tampoco duda: el juzgado es inocente".

Por lo que yo recuerdo no sólo duda sino que se dedica durante toda la película a conseguir que los otros asuman esa duda razonable que les impedirá sentenciar a muerte.

Y no expone "argumento frío" alguno, sino que pone en duda sin intransigencias la certeza de los otros. En realidad no pretende convencerles tampoco de la inocencia del juzgado, sólo les ayuda a ver (porque la mayor parte del tiempo calla y deja que ellos razonen) que no pueden estar totalmente seguros de que sea culpable.

"El poema que nos conmueve está fabricado con aceros exactos".

Confío en que no estés totalmente segura de esto. Porque, verás, a mí estos aceros tuyos me fusilan, entre otros, a Bukowski, a Gloria Fuertes, a León Felipe, a Biedma, Girondo, Blas de Otero, Celaya, Anne Sexton… Lorca.



By Jacinto.



***

27/6/09, 1:42 p. m.  
Blogger Sofi ♪♫ said...

AMOOOOOOOOO a Janis Joplin (L)

27/6/09, 5:23 p. m.  
Blogger NuNú said...

Gilda, polémico lo que estás diciendo, muy polémico. Por una vez yo no estaré de acuerdo.

Es probable que la escritura no se tenga que poblar de emociones, pero el corazón, el corazón es otra cosa.

¿Podrías escribir de algo que no te ha tocado previamente de una manera profunda? Yo creo que no...

Besos

28/6/09, 7:37 a. m.  
Blogger sarah said...

"fría"?, escritura fría? pues eso sería algo así como un tratado de taxonomía bacteriana, que tendrá su interes, pero no la gran aceptación del público.
Hay escritura sólo de sentimientos como la lírica.
También la hay casi sólo lógica como un ensayo filosófico que no tiene por qué ser precisamente frío...en fin , va en gustos.
un saludito.

28/6/09, 8:46 a. m.  
Blogger Arcángel Mirón said...

Jacinto: no creo que los escritores que mencionás no piensen lo que escriben antes de decir "está terminado". Porque de eso hablo. De escribir y examinar lo escrito.
Y el primero en hablar de aceros es, qué curioso, Octavio Paz.

Sofi: cómo no amarla, ¿no? :)

Nunú: entiendo lo que decís, y estoy de acuerdo; creo que hablamos de dos cosas distintas. Todo nos toca, por algo somos humanos. Digo que a la hora de pasarlo al papel, si es que se lo quiere hacer de una manera profesional (o lo más profesional posible), no podemos dejar que el corazón maneje la escritura. Porque eso sería escritura catártica. Un abrazo.

Sarah: son opiniones. Pero creo que todo escritor, cual sea su estilo, debe pensar las palabras. Y todo pensamiento es frío.

Apapachos a todos!

28/6/09, 12:51 p. m.  
Blogger Jacinto Deleble Garea said...

***



Por supuesto que trabajan sus textos. Sin duda examinar lo escrito es necesario. Y siento mi excesiva acritud en el mensaje anterior, pero de veras que me dolió la imagen ésta de "fabricar poemas" como lo haría un balazo.

En cuanto a Octavio Paz:

"Huimos a la luz que no nos miente
y en un papel cualquiera
escribimos palabras sin respuesta.

Y enrojecen a veces
las líneas azules, y nos duelen."

Recuerdo que con esta estrofa concluye un poema suyo titulado: "LA SOMBRA". Esa "luz que no nos miente" es una luz interior; se parece al alma… pero no exactamente; a la memoria o a las certezas de uno, pero tampoco. Esa luz de que habla tiene mucho de intelecto y también mucho de inspiración… o, no sé. Es subjetiva e íntima, en todo caso. Pero fíjate que después se refiere a "un papel cualquiera", como tomado al descuido. No lleva dos, tres horas puliendo un texto, sino que ha encontrado algo en su interior y lo suelta casi en un espasmo, y resultan palabras no pulidas ni acabadas, parecidas a preguntas, resulta dolor transcrito.

Octavio Paz en otro poema suyo de rima y ritmo libres habla, creo, de "un viento sin contornos" refiriéndose a los versos. Pero es el mismo Octavio Paz que (no fabrica, aunque sí) crea unos endecasílabos admirables, muy pulidos por la inteligencia.

Así, tenemos a un poeta que no es o blanco o negro, tenemos al poeta de la blanca PIEDRA DE SOL y al de LA SOMBRA. Lo único que ha ocurrido es que yo tengo más de vampiro que de fénix y tú al contrario. Poco importa, las dos metáforas son inmortales.

Repito: siento la destemplanza y/o ligereza de mi comentario anterior.

Un saludo.

Y hasta pronto.



By Jacinto.



***

29/6/09, 2:33 a. m.  
Blogger Arcángel Mirón said...

Jacinto: creo que ahí está la diferencia, en la forma en que se fabrica una bala y la forma en que se fabrica un poema. La energía que se pone en eso, la idea, la meta.

:)

Un abrazo.

29/6/09, 12:43 p. m.  

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