04 marzo, 2008

Mi otro enigma

Cuando era niña, me aterrorizaba un dibujo animado de la Pantera Rosa; no cualquiera, sino uno en que la pantera se mete adentro de un lavarropas y luego sale hecha una bola esponjosa y liviana, como la flor del panadero. También me ivadía un temor tristón cada vez que escuchaba la canción del Hospital de los muñecos. Y una compañera del jardín de infantes me había dicho que, por la noche, el diablo me raptaría y me obligaría a recostarme sobre una cama hecha de telarañas, así que durante un tiempo me dediqué a dormir aferrada con fuerza a mis sábanas de algodón, con los dedos como garras tensas.

Mi capacidad para el miedo no menguó con los años, pero sí cambió de color. Mis miedos de adulta son mucho más ambiciosos: le tengo miedo a la ceguera, a encontrarme indefensa, y a no poder valerme por mis propios medios, entre otros temores. Si me hacen el favor de observar, podrán notar que los miedos de mi infancia eran mucho más razonables. Ya sé que no es normal sentir miedo por un dibujo animado de una inofensiva pantera, quiero decir que cuando era niña le tenía miedo a cosas que presenciaba en un determinado momento. Veía el dibujo animado y ahí sentía miedo. Escuchaba la canción y ahí sentía miedo. Lo de la cama de telarañas diabólicas no lo vi nunca, pero mi cruel compañerita me lo recordaba cada día, con insistencia maligna.
Los miedos adultos, en cambio, suenan a lógica pero tienen un costado absurdo: puedo valerme por mí misma y podré operarme antes de quedar ciega. Son miedos con base en algo posible, sí, pero muchas cosas son posibles. También puede atropellarme un tren, y sin embargo no le tengo fobia a las vías.
Entonces, estos miedos sádicos y ambiciosos huelen a excusa: hay algo que quiero hacer, y mi parte excesivamente cautelosa me escupe terrores para frenar mi acción.

Ahora que por fin desenmascaré a esos malditos psicópatas, debo desenroscar mi otro enigma: ¿qué es eso que quiero hacer, que es tan poderoso que el simple deseo de hacerlo logra activar unas defensas tan desorbitadas?

42 Comments:

Blogger Diego Flannery said...

¿Qué es aquello qué no querés ver, con o sin operación?

4/3/08, 3:52 p. m.  
Blogger Lágrimas de Mar said...

los miedos de los adultos son peores que los de los niños,

besos para ti

lágrimas de mar

4/3/08, 4:08 p. m.  
Blogger TORO SALVAJE said...

Tiene que ser algo de igual intensidad a la de esas defensas, por lo tanto algo muy importante que seguramente modifique tus estructuras.

Jo, me leo y no he dicho nada en cinco líneas.

Me perdonarás.

Besos.

4/3/08, 4:39 p. m.  
Blogger nomesploraria said...

Flor de panadero, que nombre curioso; nosotros la llamamos diente de león, no tengo ni idea porque.

A mi los terrores me vienen mezclados, los de niño con los de ahora. Tenía envidia de los niños que no pasaban jamás miedo aunque ahora me doy cuenta que coincidía con los que tenían menos imaginación y eso es un consuelo.

4/3/08, 5:19 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo también tengo miedo a la ceguera. Creo que alguna vez lo hemos comentado.

4/3/08, 5:38 p. m.  
Blogger Carmen said...

Quien tiene miedo a la muerte, ha de morir (en un ensayo) para dejar de tener miedo... y quien tiene miedo a quedarse ciego ha de morir (en un ensayo) para dejar de tener miedo...

:)

4/3/08, 6:06 p. m.  
Blogger Madame Vaudeville (Chus Álvarez) said...

Divina Gilda, vengo con prisas y sin tiempo para leer esta última entrada con calma, pero ha de saber que tiene un pequeño regalo en el cabaret, con todo mi cariño y admiración.
Muchos besitos, linda

4/3/08, 6:34 p. m.  
Blogger Carlos Frontera said...

Y no sé bien que decir, sospecho que los miedos adultos son los mismos que teníamos en la infancia, pero con otros ropajes.

Al fin y al cabo, supongo que tememos a lo desconocido, a lo que se escapa de nuestro control.

4/3/08, 9:07 p. m.  
Blogger Dr.Mikel said...

A todo aquello que nos resulta desconocido, que se escapa de alguna manera al orden natural del mundo que nos hemos creado y forma parte de nuestra cotidianidad, nuestro subconciente lo rechaza por miedo a que se altere el orden impuesto de nuestras ideas, sensaciones y sentimientos.
Cuanto mayor es el reto, con mayor energia se revelan nuestros miedos y nuestras reticencias.
Y es que en el fondo nos hemos constituido en verdaderos animales de costumbres adquiridas.

5/3/08, 5:40 a. m.  
Blogger Lúzbel Guerrero said...

¡PLÍÑ!, un diez en lo del arcángel.
¿Sabe qué?, a mí me daba miedo la oscuridad, porque todo cabía en ella; hoy, por esa misma razón, me encanta.

5/3/08, 7:14 a. m.  
Blogger Belén said...

Los miedos adultos tienen mucho que ver con la infancia, con experiencias que hemos tenido...

Lo peor de los miedos es que nos paralizan, y eso no se puede permitir, al menos no se debería...

Besicos

5/3/08, 7:27 a. m.  
Blogger Blasfuemia said...

Bien manejados, los miedos nos sirven de impulso, de motor, nos mantienen vivos... pero si se manejan bien (insisto)

5/3/08, 8:59 a. m.  
Blogger Churra said...

Tu crees que los terrores nocturnos que tenemos los adultos tienen ese transfondo , pues ahora si que me creas un problema Gilda porque yo algunas noches paso un miedo terrible ..
Besos

5/3/08, 9:09 a. m.  
Blogger Luna Carmesi said...

Poderosa ciencia esta que nos descubre nuestras fobias adultas!

Besos!

(¿Que sexo tiene la Pantera Rosa?)

5/3/08, 10:04 a. m.  
Blogger Castigadora said...

La mayoría de los miedos son absurdos, si no para tí si para los demás, por eso no compartimos todos los miedos, más allá del de la muerte, que si que prácticamente todos lo tenemos.
Pero tu reflexión es muy cierta, detrás de cada miedo hay una excusa, una razón para hacer o no hacer algo. Siempre ha sido así. En la mayoría de los casos aunque no lo reconozcamos (en el fondo) sabes porqué son, sólo tienes que pararte a mirar dentro de ti

Saludos

5/3/08, 10:08 a. m.  
Blogger Aprendiza de risas said...

Los miedos son necesarios para poder protegerte. Son avisos, como pequeñas alarmas para que estés atenta. Eso sí, jamás deberíamos darles tanta cancha como para que puedan paralizarnos.

Besos dulces,

5/3/08, 10:41 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

El miedo nos hace ser personas, a todos nos iguala,junto con la muerte

besitos

5/3/08, 12:20 p. m.  
Blogger T S said...

Hola
me encanto tu blog
te invito a que conozcas cem%eu
espero que te guste
volvere amante de tus escritos
saludos eternos
ts

5/3/08, 1:32 p. m.  
Blogger Arcángel Mirón said...

Només: sí, también la conocía con ese nombre, pero "flor del panadero" es más popular :)

Sal: sí, cuando lo escribí me acordé de vos.

Luna: es macho, tiene una novia. O es mujer y homosexual.

Apapachos a todos.

:)

5/3/08, 2:16 p. m.  
Blogger Roky Rokoon said...

y te acordas la historia esa de los pitufos? que eran malos? no les llegue a tener miedo, pero si respeto, ja

5/3/08, 3:26 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Miedos heredados, de cuando nuestra condicion humana era mas "salvaje" o tal vez mas civilizada, el miedo diario de nuestros antepasados, la edad del fuego vaya.
saludos

5/3/08, 5:41 p. m.  
Blogger Molinillo said...

yo creo que lo que querés hacer, es poder de una vez por todas hacerte la operación que te quite la miopía (No lo sé, eso es lo que me pasa a mi, je...) Y como sale un ojo de la cara...

...
Me hiciste acordar, cuando era chica, que no sé a qué, pero tenía un miedo espantoso, era angustiante, me apretaba el corazón, necesitaba a mi mamá, a su cama, a su olor, no podia cesar mi miedo de otra forma que no fuera durmiendo con ella... (para mi que era una excusa inventada por mi propia mente, pero ¡Dios, cómo lo sufría!)

Ahora serán diferentes..., pero la sensación no cambia, el miedo, es MIEDO.

5/3/08, 6:46 p. m.  
Blogger El Secretario said...

Hola Arcángel.

Puede haber razones para pensar que los miedos son "herencias" de vidas anteriores.

Eso podría explicar tu miedo a la ceguera...

Aunque no sé lo de la panterita...


Abrazo heredado.

5/3/08, 6:50 p. m.  
Blogger Horacio said...

participar de una orgía tal vez?

5/3/08, 7:29 p. m.  
Blogger el nombre... said...

Aún en medio de un viaje, este post me hace saltar de alegría!
Llegaste a un planteo CORRECTÌSIMO de tu pregunta, Gilda! Es por ahí que va la respuesta!!!!!!!
Tremendo. Muy, pero muy inteligente. (aunque parezca simple: lo más simple es muchas veces, lo màs difícil).
Besotes

5/3/08, 8:20 p. m.  
Blogger JuanMa said...

Estoy seguro que, en el fondo de tí, ya lo sabes.

Sólo tienes que deshacerte de ese miedo a mirar.

Besos.

5/3/08, 8:26 p. m.  
Blogger Miss.Burton said...

Me encató este post, porque es como una consulta al terapeuta, expones el tema, lo desarrollas, y luego lo zanjas dándote tu misma la respuesta perfecta, niña, eres una diosaaaaaaaaaaaaa¡¡¡ ( Tu no me cobrarías, verdad??¿¿¿ Lo hablamos... ).
Sí, estoy segura de que tienes algo grande entre manos, y que es seguramente mucho mas grande que todos tus miedos juntos, por eso, céntrate, olvida todo lo superflúo y mírate al espejo, busca, busca ya qué carajo es eso que es enorme, y está hecho a tu medida¡
Un besazo, eres la hostia, te apapacho, me chifló el post¡
Ah, yo tengo mil miedos... son feos y duros, así que mejor no los cuento...

5/3/08, 9:07 p. m.  
Blogger AdR said...

Yo, de pequeño, tenia miedo a quedarme a oscuras, pero complentamente, en la casa de mis padres. A eso y a un muñeco con cara de pato que había en mi cuarto...

pero ahora... ahora le tengo miedo a tu pregunta.

Besos

5/3/08, 10:00 p. m.  
Blogger Clarice Baricco said...

A menudo traemos una ceguera tremenda con los ojos abiertos, con los ojos sanos. Y la miopía avanza, nos mentimos y entra el miedo.
Miedo a lo nuevo, a lo inesperado y miedo a la decepción.
En fin, mucho tema para tratar chica.
Pero te pido que sigas y seas una vencedora. No desistas.
Puedes hacerte mil preguntas pero la respuesta la obtendrás por cada paso que des venciendo el miedo.

Mi cariño...

6/3/08, 1:12 a. m.  
Blogger Gi said...

Uno es una contradicción con patas. Por un lado hay una fuerza interna que nos lleva lenta e irremediablemente a realizar aquello que deseamos de la manera más inconscente. Pero de la misma manera otra fuerza nos pone palos en la rueda, inventa miedos y obstáculos ridículos. No tengo idea en qué termina esta lucha de poderes internos, por eso voy a terapia hace siglos...
Besos

6/3/08, 9:22 a. m.  
Blogger Soy ficción said...

Me aterrorizaba La Historia Interminable... Y la pelicula más aún.. Hoy sigo temiendo la nada y a los malos, pero les puse otros nombres y caras.

6/3/08, 10:12 a. m.  
Blogger CaTpRiNcE said...

Me he sentido muy indentificado con tu palabras... hay que vivir sin miedos...


Un saludo!!!

6/3/08, 12:43 p. m.  
Blogger Bambu said...

Las fobias como mecanismo de defensa... es curioso que nuestra mente cree tan terribles miedos sólo para evitar que descubramos lo que supuestamente hace más daño que la propia fobia.

Suerte en la investigación ;-)

6/3/08, 1:56 p. m.  
Blogger yo mismo said...

el miedo... a mí siempre me parece irracional. ya vés, tienes razón cuando dices que le tenemos miedo a meras posibilidades que pueden darse pero también pueden no darse y que casi seguro nunca se dará.

tampoco sé qué es lo que quieres hacer, pero sí sé lo que yo quiero. quiero que dejes tus miedos, que corras detrás de ellos y los espantes, que te los quites de encima y tú misma nos cuentes qué es lo que has hecho, qué es aquello que te impedían esas sombras malvadas.

un placer volver por aquí, cuando el dios del tiempo me deja un rato :)

6/3/08, 4:54 p. m.  
Blogger eSadElBlOg said...

si lo descubres, chivame la respuesta, mientras tanto piensa que si no se tiene miedo no se puede ser valiente.

6/3/08, 5:10 p. m.  
Blogger Enrique Páez said...

Solo los valientes tienen miedo. Los que no lo tienen son las piedras o los descerebrados. Mima tus miedos, con ellos se escribe.
Abrazos

6/3/08, 7:27 p. m.  
Blogger Altan said...

Supongo que debes hacer algo para lo cual tienes que usar todos tus sentidos y ser independiente... ejem... ya asomó la palabra independiente su bonita cabeza en la conversación... ejem... Y sobre todo, lo que debes hacer es no tener miedo de no poder hacerlo, porque como tú muy bien saber, aunque en un momento determinado necesites ayuda para ello, lo lograrás!

Por cierto, a mí me daba miedo el malo que salía en los dibujos de Muzzy, (o Muzzi?) esos que enseñaban inglés en plan: Hi, I'm Muzzy xDD
tenía pesadillas con él y todo :P

Un besitoooooooooo

6/3/08, 7:37 p. m.  
Blogger sirako said...

por eso dicen que a lo único que hay que temerle es al miedo, porque puede valerse de sí mismo para inutilizarnos sin razón alguna. quizá tu miedo sea un miedo solitario y absurdo y lo que hay que hacer es enfrentarlo.

quizá necesitas aprender a bailar salsa, es curativa.

7/3/08, 4:55 a. m.  
Blogger malditas musas said...

Yo le tengo miedo a todo, menos a escribir.

Y lo único que me consuela es que si me pasara cualquier cosa menos la muerte, podría seguir haciéndolo para darle sentido.


(Leé esta nota si podés, que te va a gustar ;) )

http://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-100180-2008-03-07.html

Besotes,
musa

7/3/08, 9:35 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Si me ciño a tus deducciones, con las que, dicho sea de paso, no estoy muy de acuerdo (o sea, que los miedos nos defiendan de deseos no realizados), se me ocurre una cosa que podrías querer hacer y, con mucha imaginación, dos.

La primera cosa que querrías hacer es darte a una vida grandemente disoluta: drogas en abundancia, alcohol sin adulterar, sexo promiscuo y sin condón, atracones de gula, etc. Como todos sabemos, el desenfreno puede provocarnos con su abuso gran cantidad de esos males futuros que temes: ceguera, indefensión, desvalimiento. Como ves, puro pragmatismo en ésta mi aportación.

La otra cosa es mucho menos concreta y no me queda otro remedio que ponerte un ejemplo para que se me entienda, y que tú podrás aplicar a lo que te convenga. El ejemplo: lo que quieres hacer es saltar desde el último piso y no estrellarte, o sea, volar.

Y lo dicho, aunque no creo que esos miedos sean barreras, no deja de resultar brillante tu deducción, desde luego espolea la conciencia e invita a la reflexión.

Un bocado,
Hank

7/3/08, 9:46 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Es toda una aventura enfrentar a los "malditos psicópatas", sobre todo porque cuando los venimos a descubrir o mejor dicho "desenmascarar", los muy desgraciados han echado raíces en nuestra consciencia.

Pero terminada (si acaso alguna vez podemos decir que hemos terminado)esta tarea, la mirada al interior, buscando nuestros verdaderos deseos toma tiempo.

Tiempo Gilda, para identificar adecuadamente.

Mi cariño para Vos!

7/3/08, 12:39 p. m.  
Blogger Antígona said...

¡A mí también me daba miedo la lavadora de la pantera rosa!

Y ahora, sí, los miedos son mucho más abstractos, más intangibles, doblemente paralizantes.

En aquello más importante que queremos hacer siempre anida el riesgo, la posibilidad del fracaso, de la pérdida. Y es ahí donde salta el miedo. Pero desprenderse del miedo, dominarlo, amarrarlo con cadenas para que no moleste, es un trabajo que dura toda la vida. Sigamos en ello.

¡Un beso!

8/3/08, 6:45 a. m.  

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