De emboscadas y héroes
Imaginemos que se trata de una película sobre espadachines del siglo XVII: el protagonista camina de noche por la oscuridad de una calleja siniestra; sabe que no le conviene deambular por esos lados, con más razón si sólo tiene como protección su vieja espada. Aún así, avanza. Quizás no le queda otra opción.
Sucede de golpe y sin aviso: los enemigos salen de cualquier sitio (la copa de un árbol, la vuelta de la esquina, algún paredón inoportuno) y lo dejan atrapado en una perfecta emboscada. El protagonista ofrece resistencia. Su espada es vieja pero todavía puede ser, también, mortífera. Nuestro héroe se luce con alguna finta pintoresca y continúa camino con una herida algo profunda en el peor de los casos o sin un rasguño en el mejor.
Bien, no se trata de una película sobre espadachines.
Cuando tu capacidad para amar, tu capacidad para odiar, tu historia personal y tus lastres se unen para tenderte una emboscada, no existe espada que refute la derrota.
Y como si además alguien convocara al desconsuelo, en esa calleja siniestra no hay tiempo ni espacio para detalles pintorescos.
Sucede de golpe y sin aviso: los enemigos salen de cualquier sitio (la copa de un árbol, la vuelta de la esquina, algún paredón inoportuno) y lo dejan atrapado en una perfecta emboscada. El protagonista ofrece resistencia. Su espada es vieja pero todavía puede ser, también, mortífera. Nuestro héroe se luce con alguna finta pintoresca y continúa camino con una herida algo profunda en el peor de los casos o sin un rasguño en el mejor.
Bien, no se trata de una película sobre espadachines.
Cuando tu capacidad para amar, tu capacidad para odiar, tu historia personal y tus lastres se unen para tenderte una emboscada, no existe espada que refute la derrota.
Y como si además alguien convocara al desconsuelo, en esa calleja siniestra no hay tiempo ni espacio para detalles pintorescos.
27 Comments:
Buff... eso suena a puñalada trapera, asi que como acabo de recordar en otro lugar, citare a Panero. Tiene un poema que se titula Le Dernier Voyage De Napoleon, sino me falla la memoria concluye con los versos:
"Y la nieve sobre las Almenas de Mansion de Roi, / No es acaso una victoria".
Cuando uno pisa ese lugar donde el que lo tuvo todo perdio mas aun, mira el campo y no parece abierto sino un lugar pequeño y estrecho, en el que la espada es impracticable por su longuitud. Por eso hay que llevar siempre un cuchillo entre los dientes... nunca sabes quien habita en los callejones. Pero al final nevara tarde o temprano.
No, todo se vive nada más, así de rápido... y no queda más que quedar lo mejor de pie que sea posible
besos
Más te debes guardar de la envidia de un amigo, que de la emboscada de un enemigo, y alimenta el espíritu con grandes pensamientos. la fe en el heroísmo hace los héroes.Animo y un abrazo.
Así es, te agarran a quema ropa y sin avisar.
Y siempre te dejan una herida profunda y honda.
Casi siempre es el peor de los casos. Pero a pesar de eso, las emboscadas que nuestra propia historia nos hace, no tiene otro motivo más que reiventarnos.
Lavarnos la herida, dejar que duela y luego sane, y tener por seguro que nunca más volveremos a pasar por ese callejón.
Otro talvez sín, en donde volveremos a engañarnos, pero ese ya no.
mil besos y un abrazo que te haga sentir un poco mejor.
En tu caso, ante la emboscada, siempres puedes optar por contarle una de tus historias al "enemigo". Seguro que se queda encandilado y sin capacidad de reacción.
Besos :)
Las heridas, más o menos profundas, siempre curan con el tiempo; y aunque la cicatriz siempre perduran como recuerdo de emboscadas pasadas que nos hubiera gustado no tener que vivir, también nos ofrecen lecciones impagables sobre supervivencia, enseñándonos el valor de lo que es un paseo tranquilo cuando el tiempo nos sea más propicio. La lucha, antes o después, siempre continua, no tiene uno por que perder siempre durante la batalla. Besos.
Buuuu... conozco esa sensación.. y está lleno de callejones peligrosos, y paredones inoportunos que sirven de escondrijo de malandrines lastimeros...
Pero amiguisíma... que sirva, que sirva de experiencia para desenvainar la espada cuando haga falta.
Consejo de una amiga después de llorar desconsoladamente: "Si la vida insiste en pegarte una cachetada en el momento menos esperado, esperala a la vuelta de la esquina y cagala a trompadas"
Consejo un tanto violento y casi imposible, pero que sirva de aliento... y sino amiga te presto curitas para las heridas y nos juntaremos a contar als cicatrices...
Besotes impares y sin sal!!! TKM!!!
Dani.-
¿qué pasa con la otra parte? ¿no es esto característico de personas que han sufrido antes? ¿cómo es que no detectaste que el callejón estaba obscuro antes de entrar?
Muchas veces "olemos" estos pelígros pero los ignoramos vilmente por ganar el momento, la satisfacción inmediata. A veces también, por que nos gusta ser maltratados.
Saludos
Ay mi arcangel, contra eso como dices no hay tiempo ni espacio para detalles.... pintorescos, alguna vez oí que los enemigos te vuelven fuerte y te enseñan también.. joder pero como duelen las emboscadas, los enemigos ocultos... vaya
besos y ánimo y paciencia nenita ...(te dejo mi espada de star wars a ver si esta si te vale ;)
besos
Me gustan los túneles, aunque por la noche son un poco aterradores
besitos niña
quién no ha vivido una historia de espadachines y de emboscadas en callejones oscuros? es el peor momento, cuando no ves venir el brillo afilado de la espada, y te la clava hasta el fondo...no con una estocada limpia, sino ahondando en círculos, para que el daño sea aún mayor....son experiencias que ayudan a sobrevivir y a ir con cautela por otros oscuros callejones
Y tampoco queda tiempo para una segunda toma...
Nos aventuramos a entrar en el callejón porque probablemente ya hemos pasado por casos similares. Aconsejo para estos trayectos hacerse con una espada nueva y acordarse de emboscadas anteriores, tocarse las cicatrices (si las hay) e ir un poco cauto/a.
Luego, si vuelve a ocurrir no queda más remedio que lanzarse a la pelea y que haya suerte.
Esas derrotas son las más dolorosas, amén de las que más enseñan. Cuando las supera, entiéndase asimilas, eres mucho más fuerte, más compacto.
Por cierto, el comienzo del relato me trajo a la mente las aventuras de Alatriste.
Pues me he visto en el callejón y he repetido los errores boba de mí, sin tiempo de desenfundar la espada, pero como de todo se aprende me adentraré otra vez con un poco más de cautela pero sin buscar atajos..
Cariños de alcachofa para ti.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Es una lástima que las personas que amaron de verdad se vean zalandeadas como marionetas en manos de alguien que no les merecian...
Un beso muy tierno y serás bien recibida en mi blog.
Un placer leerte
Es una lástima que las personas que amaron de verdad se vean zalandeadas como marionetas en manos de alguien que no les merecian...
Un beso muy tierno y serás bien recibida en mi blog.
Un placer leerte.
Muy buena interpretación / comparación. Después de leer el final hay que volver inevitablemente a releer el principio.
Las historias de amor que uno conlleva hacia el vuelo merecen el mismo recorrido.
Un abrazo!
Deséo que puedas blandir tu espada con mano firme y que derrotes al temor y al desconsuelo.
(la verificación de palabra que a salido es pedlea, casi, casi, pelea... que cosas. Osea que ya sabes)
Lo peor de la realidad es que las emboscadas te pillan desprevenido y sin tiempo para ponerte la armadura o desenvainar la espada.
Claro que sí. Mi piel es un mapa de cicatrices, pero no veas como me defiendo con la espada ;)
Me harto de caer en mis propias emboscadas. Soy una luchadora incansable, una astuta traidora de mi misma.
Estoy herida y tengo la espada desafilada...
Besos
Musa Rella
Bueno, siempre hay baches en la vida, pero eso somos, no? Los que avanzamos a pesar de nosotros mismos, porque si nos quedaramos quietos estariamos muertos.
De todas formas, creo que Jorge Bucay no es la solucion.
Saludos!
Sí! Ya quedó tu texto, ha gustado mucho... ojalá pudieras poner por acá un enlace a Shamra
Feliz fin!!
vamos, ánimo que el protagonista lo pasa un poco mal pero al final gana.
Y de hecho son las emboscadas lo que lo convierten en protagonista.
Pienso en lo que escribes, debo detenerme.
Tienes razón.
Sacudes.
Abrazo.
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