14 marzo, 2007

De emboscadas y héroes

Imaginemos que se trata de una película sobre espadachines del siglo XVII: el protagonista camina de noche por la oscuridad de una calleja siniestra; sabe que no le conviene deambular por esos lados, con más razón si sólo tiene como protección su vieja espada. Aún así, avanza. Quizás no le queda otra opción.
Sucede de golpe y sin aviso: los enemigos salen de cualquier sitio (la copa de un árbol, la vuelta de la esquina, algún paredón inoportuno) y lo dejan atrapado en una perfecta emboscada. El protagonista ofrece resistencia. Su espada es vieja pero todavía puede ser, también, mortífera. Nuestro héroe se luce con alguna finta pintoresca y continúa camino con una herida algo profunda en el peor de los casos o sin un rasguño en el mejor.

Bien, no se trata de una película sobre espadachines.

Cuando tu capacidad para amar, tu capacidad para odiar, tu historia personal y tus lastres se unen para tenderte una emboscada, no existe espada que refute la derrota.
Y como si además alguien convocara al desconsuelo, en esa calleja siniestra no hay tiempo ni espacio para detalles pintorescos.

27 Comments:

Blogger Narrador said...

Buff... eso suena a puñalada trapera, asi que como acabo de recordar en otro lugar, citare a Panero. Tiene un poema que se titula Le Dernier Voyage De Napoleon, sino me falla la memoria concluye con los versos:
"Y la nieve sobre las Almenas de Mansion de Roi, / No es acaso una victoria".
Cuando uno pisa ese lugar donde el que lo tuvo todo perdio mas aun, mira el campo y no parece abierto sino un lugar pequeño y estrecho, en el que la espada es impracticable por su longuitud. Por eso hay que llevar siempre un cuchillo entre los dientes... nunca sabes quien habita en los callejones. Pero al final nevara tarde o temprano.

14/3/07, 6:49 p. m.  
Blogger Sandra Becerril said...

No, todo se vive nada más, así de rápido... y no queda más que quedar lo mejor de pie que sea posible

besos

14/3/07, 6:50 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Más te debes guardar de la envidia de un amigo, que de la emboscada de un enemigo, y alimenta el espíritu con grandes pensamientos. la fe en el heroísmo hace los héroes.Animo y un abrazo.

14/3/07, 7:33 p. m.  
Blogger Astilla said...

Así es, te agarran a quema ropa y sin avisar.
Y siempre te dejan una herida profunda y honda.
Casi siempre es el peor de los casos. Pero a pesar de eso, las emboscadas que nuestra propia historia nos hace, no tiene otro motivo más que reiventarnos.
Lavarnos la herida, dejar que duela y luego sane, y tener por seguro que nunca más volveremos a pasar por ese callejón.
Otro talvez sín, en donde volveremos a engañarnos, pero ese ya no.

mil besos y un abrazo que te haga sentir un poco mejor.

14/3/07, 8:16 p. m.  
Blogger Mandarina azul said...

En tu caso, ante la emboscada, siempres puedes optar por contarle una de tus historias al "enemigo". Seguro que se queda encandilado y sin capacidad de reacción.

Besos :)

14/3/07, 8:51 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Las heridas, más o menos profundas, siempre curan con el tiempo; y aunque la cicatriz siempre perduran como recuerdo de emboscadas pasadas que nos hubiera gustado no tener que vivir, también nos ofrecen lecciones impagables sobre supervivencia, enseñándonos el valor de lo que es un paseo tranquilo cuando el tiempo nos sea más propicio. La lucha, antes o después, siempre continua, no tiene uno por que perder siempre durante la batalla. Besos.

14/3/07, 9:09 p. m.  
Blogger Mariposa_Sabinera said...

Buuuu... conozco esa sensación.. y está lleno de callejones peligrosos, y paredones inoportunos que sirven de escondrijo de malandrines lastimeros...
Pero amiguisíma... que sirva, que sirva de experiencia para desenvainar la espada cuando haga falta.
Consejo de una amiga después de llorar desconsoladamente: "Si la vida insiste en pegarte una cachetada en el momento menos esperado, esperala a la vuelta de la esquina y cagala a trompadas"
Consejo un tanto violento y casi imposible, pero que sirva de aliento... y sino amiga te presto curitas para las heridas y nos juntaremos a contar als cicatrices...
Besotes impares y sin sal!!! TKM!!!
Dani.-

14/3/07, 11:25 p. m.  
Blogger juparave said...

¿qué pasa con la otra parte? ¿no es esto característico de personas que han sufrido antes? ¿cómo es que no detectaste que el callejón estaba obscuro antes de entrar?

Muchas veces "olemos" estos pelígros pero los ignoramos vilmente por ganar el momento, la satisfacción inmediata. A veces también, por que nos gusta ser maltratados.

Saludos

15/3/07, 5:14 a. m.  
Blogger laonza said...

Ay mi arcangel, contra eso como dices no hay tiempo ni espacio para detalles.... pintorescos, alguna vez oí que los enemigos te vuelven fuerte y te enseñan también.. joder pero como duelen las emboscadas, los enemigos ocultos... vaya
besos y ánimo y paciencia nenita ...(te dejo mi espada de star wars a ver si esta si te vale ;)
besos

15/3/07, 8:16 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me gustan los túneles, aunque por la noche son un poco aterradores

besitos niña

15/3/07, 9:17 a. m.  
Blogger La Menina de la Reina said...

quién no ha vivido una historia de espadachines y de emboscadas en callejones oscuros? es el peor momento, cuando no ves venir el brillo afilado de la espada, y te la clava hasta el fondo...no con una estocada limpia, sino ahondando en círculos, para que el daño sea aún mayor....son experiencias que ayudan a sobrevivir y a ir con cautela por otros oscuros callejones

15/3/07, 11:27 a. m.  
Blogger El detective amaestrado said...

Y tampoco queda tiempo para una segunda toma...

15/3/07, 2:01 p. m.  
Blogger Ula said...

Nos aventuramos a entrar en el callejón porque probablemente ya hemos pasado por casos similares. Aconsejo para estos trayectos hacerse con una espada nueva y acordarse de emboscadas anteriores, tocarse las cicatrices (si las hay) e ir un poco cauto/a.
Luego, si vuelve a ocurrir no queda más remedio que lanzarse a la pelea y que haya suerte.

15/3/07, 2:21 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Esas derrotas son las más dolorosas, amén de las que más enseñan. Cuando las supera, entiéndase asimilas, eres mucho más fuerte, más compacto.
Por cierto, el comienzo del relato me trajo a la mente las aventuras de Alatriste.

15/3/07, 2:26 p. m.  
Blogger Gwynette said...

Pues me he visto en el callejón y he repetido los errores boba de mí, sin tiempo de desenfundar la espada, pero como de todo se aprende me adentraré otra vez con un poco más de cautela pero sin buscar atajos..

Cariños de alcachofa para ti.

15/3/07, 2:33 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

15/3/07, 2:52 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Es una lástima que las personas que amaron de verdad se vean zalandeadas como marionetas en manos de alguien que no les merecian...

Un beso muy tierno y serás bien recibida en mi blog.

Un placer leerte

15/3/07, 2:53 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Es una lástima que las personas que amaron de verdad se vean zalandeadas como marionetas en manos de alguien que no les merecian...

Un beso muy tierno y serás bien recibida en mi blog.

Un placer leerte.

15/3/07, 2:54 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Muy buena interpretación / comparación. Después de leer el final hay que volver inevitablemente a releer el principio.
Las historias de amor que uno conlleva hacia el vuelo merecen el mismo recorrido.

Un abrazo!

15/3/07, 3:02 p. m.  
Blogger nomesploraria said...

Deséo que puedas blandir tu espada con mano firme y que derrotes al temor y al desconsuelo.

(la verificación de palabra que a salido es pedlea, casi, casi, pelea... que cosas. Osea que ya sabes)

15/3/07, 7:52 p. m.  
Blogger Alice ya no vive aquí said...

Lo peor de la realidad es que las emboscadas te pillan desprevenido y sin tiempo para ponerte la armadura o desenvainar la espada.

16/3/07, 6:14 a. m.  
Blogger NoSurrender said...

Claro que sí. Mi piel es un mapa de cicatrices, pero no veas como me defiendo con la espada ;)

16/3/07, 9:34 a. m.  
Blogger malditas musas said...

Me harto de caer en mis propias emboscadas. Soy una luchadora incansable, una astuta traidora de mi misma.
Estoy herida y tengo la espada desafilada...

Besos
Musa Rella

16/3/07, 10:25 a. m.  
Blogger Sr. Curri said...

Bueno, siempre hay baches en la vida, pero eso somos, no? Los que avanzamos a pesar de nosotros mismos, porque si nos quedaramos quietos estariamos muertos.
De todas formas, creo que Jorge Bucay no es la solucion.
Saludos!

16/3/07, 3:00 p. m.  
Blogger Sandra Becerril said...

Sí! Ya quedó tu texto, ha gustado mucho... ojalá pudieras poner por acá un enlace a Shamra

Feliz fin!!

16/3/07, 3:44 p. m.  
Blogger eSadElBlOg said...

vamos, ánimo que el protagonista lo pasa un poco mal pero al final gana.
Y de hecho son las emboscadas lo que lo convierten en protagonista.

16/3/07, 4:31 p. m.  
Blogger Clarice Baricco said...

Pienso en lo que escribes, debo detenerme.
Tienes razón.
Sacudes.

Abrazo.

19/3/07, 2:45 a. m.  

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