27 junio, 2007

Jardines de mármol

(Advertencia: este texto puede resultar hiriente para algunas personas. No es ésa mi intención. Pido disculpas si alguien se siente ofendido o dolido por algo de lo que escribo a continuación).


Teillu escribió y yo me quedé pensando.

Nunca sabemos qué hacer frente a la muerte. Nunca sabemos cómo abrazar al doliente, cómo respetar su soledad, cómo ser compañía sin resultar un agobio. La muerte tridimensiona todo; lo árido se vuelve cortante y lo frágil se rompe con más facilidad.
Y al margen de todo duelo, está el cuerpo.
Hablo del cuerpo del muerto, claro.

Ignoro dónde y cuándo surgió la costumbre de enterrar los cuerpos. La creación de cementerios. Las fosas. Ignoro a quién se le ocurrió la idea, pero me parece atroz.
La atrocidad de ese ritual no la encuentro tanto en el hecho de echar tierra sobre quienes dejaron de vivir sino en su punto opuesto: lo atroz está en ocupar la tierra que, por lógica, les corresponde a quienes siguen vivos.
Tal vez se trata de ruinosa mezquindad de mi parte, pero cuando pienso que la vida tiene prioridad por encima de la muerte, lo pienso incluyendo esos extremos. El cuerpo sin vida es residuo. Aunque duela.
Imagino una escena garciamarquezca: cada persona que muere es enterrada, los cementerios se agrandan y se agrandan y se agrandan hasta desplazar a los vivos, quienes mueren por falta de espacio, espacio para sembrar, cosechar, levantar viviendas, vivir. El mundo, entonces, se convierte en una tumba inmensa.

El cuerpo sin vida debe ser entregado al fuego. Las cenizas, al mar.
La tierra debe pertenecerle a los vivos, para que puedan hacer lo único que se debe hacer frente a la muerte: seguir viviendo.

29 Comments:

Blogger TEILLU said...

Gilda, ya estaba profundamente halagado con tenerte entre mis buenos lectores, ahora más sabiendo que alguno de mis textos movió algo en tu cabecita que llevó a escribir algo tan profundo como lo que acabo de ver...

La tierra para los vivos... Sabrás el origen de muchas plazas junto a las iglesias, almenos las europeas. Los camposantos ocupaban las partes posteriores de las iglesias, que se levantaban en el tejido urbano, cerca de otros edificios. Con el tiempo, el crecer de las ciudades hacía insalubre la presencia de estos cementerios, por lo que se decidió llevarlos a la periferia de las ciudades, liberando grandes espacios que hoy son algunas de las mayores plazas de nuestras ciudades. Para los vivos, para los muertos.

Un besito, y gracias de nuevo. Sabes que tienes una cena pagada en Barcelona!

Mil besos!!!

27/6/07, 6:13 p. m.  
Blogger Letra said...

Es crudo, pero es cierto...

27/6/07, 6:27 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

No. Los cadáveres se integran perfectamente en la naturaleza y paradójicamente son parte esencial de la vida. Olvida a los humanos, poca cosa en el cómputo universal, y fíjate sólo en el mundo animal, ése que nadie controla y que produce millones de cuerpos muertos diarios que la tierra acoge para conservar su riqueza orgánica.
Es un ciclo que dura desde que el mundo es mundo, y así seguirá si antes no nos lo cargamos los vivos.
Científicamente sí se ha constatado que las cenizas contaminan.
Como los cuerpos insepultos infectan.

27/6/07, 6:52 p. m.  
Blogger Horacio Gris said...

Me gustó mucho la escena gaciamarquezca.
No creo que lo importante sea la relación entre tierra-vida-muerte (martinezconacento se me adelantó y comentó lo que yo quería decir). Tal vez haya que pensar por el lado de los simbolismos que acompañan a la muerte, el "culto a la muerte": adornar a los muertos, ponerlos en una posición particular, etc.
De todas formas creo que los simbolismos no escapan a la forma del "ciclo de la vida": en todos ellos se puede ver un "intercambio" entre dos polos (vida y muerte). La conexión asociativa me hizo recordar un simbolismo de la alfarería -Galeano habla sobre esto- en el que un alfarero viejo le entrega alguna de sus obras al de la nueva generación, entonces este último rompe el regalo y utiliza las partes para crear algo nuevo. Cuando hablo de que lo simbólico tiene relación con los ciclos, digo que no puede escapar a esa especie de balance cósmico (inexistente, espero!), me refiero a que "lo cultural" puede ser una metáfora de "lo natural".
Casi que, sin darme cuenta, me voy metiendo por el lado de lo teleológico/teológico...qué horror.

27/6/07, 11:17 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Por suerte la naturaleza encontró remedio a tanto despojo metido en sus entrañas con unas diminutas criaturas necrofágicas que solo dejan los restos suficientes para saber que en otros tiempos también rellenábamos el suelo de muertos.
Las civilizaciones tienen torpes tabús de los que carece la naturaleza, aunque existen excepciones que de forma ingeniosa ponen remedio a tanto deshecho humano, como los Aghori hindús, considerados necrófagos y que, parece ser, viven en cementerios. Vida y muerte, juntos en el mismo lugar, la primera deviene inevitablemente en la segunda, y ésta alimenta a la primera. Eso sí es sacarle rendimiento a la muerte. Explica una canción catalana más o menos esto "la amaba tanto que para tenerla dentro me la comí".
En fin, que opciones hay... pero somos animales de costumbres. Disculpa la extensión del comentario.

28/6/07, 5:30 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Perdón, acabo de leer mi "necrofágicas" en lugar de "necrófagas" y me ha chirriado el cerebro. Disculpen si les duele.

28/6/07, 5:32 a. m.  
Blogger neoGurb said...

Estoy de acuerdo contigo en que enterrar un cadáver es guardar putrefacción. Y peor aún es lo de los nichos, esa especie de morgue sin refrigerar, donde la podredumbre no alimenta la tierra ni produce nada que no sean despojos y polvo. Mejor quemar o entregar a la naturaleza descuartizando y alimentando a los buitres, como en Tibet.

Aún así, me gustó mucho la costumbre ucraniana respecto a los cementerios. Allí las tumbas están rodeadas de unos banquitos para sentarse, y de unas pequeñas vallas de hierro o madera que delimitan un microjardín a su alrededor. En determinados días, la familia del difunto va al cementerio de merendola, y usa la lápida como mesa para el ágape. Es un día de recuerdo, en el que se mezclan la añoranza y el tributo, la tristeza de la ausencia y la alegría de estar vivo. Y el vodka, claro. Luego dejan unos platitos con más comida allí. En teoría como ofrenda al muerto, en la realidad para goce de los perros vagabundos que no se preocupan de discusiones trascendentes como esta que aquí nos traemos.

28/6/07, 5:35 a. m.  
Blogger TORO SALVAJE said...

Más argumentos a favor de mi ya decidida incineración. Si cuando eso ocurra me sigues cayendo bien, dejaré escrito que te soplen unas cenizas mías por sorpresa, jajajaja.

Recuerdo una escenda de no se qué película, la familia del muerto se acerca al borde de un acantilado, de forma ceremoniosa, llevan las cenizas en una urna, van a proceder a cumplir la voluntad del fallecido lanzando las cenizas sobre el mar, y justo cuando lo estan haciendo, con lágrimas en los ojos y muy tristes viene una ventada muy fuerte y llena la cara y la ropa de los familiares con las cenizas del finado. De repente desapare todo el respeto, y se dedican como gallinas histéricas a sacarse restos de muerto de encima con gritos de asco y repugnancia.
Me pareció divino.

Aquí en Barcelona, y si lo quieres utilizar para otro post hazlo, se está implantando la locura con los muertos, de momento muy subrepticiamente, pero creo que tendrá futuro, me explico, se quema al muerto, se recogen sus cenizas, se les coloca una semilla del árbol que tu elijas y se planta todo junto, al cabo de unos años que tenemos?, un árbol con cara de muerto, un muerto con cara de árbol...., no sé, es jugar con la psique humana por dinero.

Besos.

28/6/07, 5:53 a. m.  
Blogger María* said...

Yo prefiero ser incinerada que enterrada. ¿Por qué? Porque oí que antes les enterraban con un hilillo en el dedo y una campanita, por si despertaban. Argh... No quiero despertar y esperar a la muerte en esa caja. No, no, no.
Además, lo encuentro más poético.

(Si hilamos tan fino... Todo contamina.)

28/6/07, 8:14 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Por muy duro que parezca, tienes toda la razón. Los muertos en el único lugar donde deben permanecer es en el recuerdo.
Un beso.

28/6/07, 8:46 a. m.  
Blogger La Menina de la Reina said...

diossssss!!! qué palabras tan auténticamente ciertas!!!!...nunca me ha gustado la idea de ser enterrada (siento claustrofobia sólo de pensarlo)...de qué sirve venerar un cuerpo sin vida, cuando lo que importa realmente es la esencia que dejó mientras vivió?...que la inmensidad del océano amortigüe mi caída, porque no espero otra morada que la de nadar eternamente entre sus aguas.

un beso

28/6/07, 12:30 p. m.  
Blogger Lágrimas de Mar said...

supongo que toda reflexion es respetable, pero sobre todo las personas mayores desean ser enterradas a incineradas
besos

lágrimas de mar

28/6/07, 1:30 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pienso muchísimo en la muerte, aunque no es algo de lo que se hable tomando un café ¿verdad?. Después de mucho cavilar, solo estoy segura de una cosa: me va a dar exactamente igual lo que hagan conmigo cuando muera. ¿Puedo contar un chiste negro? Para bajar la tensión. En fin, sin el permiso de Arcángel aquí va, aun a riesgo de que borre el chiste por malo:

"Una señora en la consulta del médico manifiesta su deseo de donar todos sus órganos para la ciencia...
- Quiero donar todos mis órganos, doctor.
-¿Todos?
-Si todos. El corazón, los riñones, el hígado, el páncreas...
- ¿Está segura?
- Si, y las retinas, la piel, las uñas de los pies...
- Oiga ¿y su marido la apoya?
-Bueno, la 'poya' de mi marido pregúnteselo a él."

28/6/07, 3:13 p. m.  
Blogger Arcángel Mirón said...

Tranquila, Sonámbula, el humor negro sirve para exorcizar.

:)

Apapachos.

28/6/07, 5:23 p. m.  
Blogger Alma said...

Mármol y flores que pronto verán la cruz...

DTB

PD: Opcional, ¿no?

29/6/07, 12:30 a. m.  
Blogger Bambu said...

Estoy de acuerdo, además el cuerpo sólo es el envase que guarda nuestra esencia para que mantenerlo vacío a metros bajo tierra.

29/6/07, 5:33 a. m.  
Blogger MentesSueltas said...

Duro, directo al mentón, pero necesario pensar en ello, sin obsesiones...
Te abrazo
MentesSueltas

29/6/07, 8:13 a. m.  
Blogger Horacio Gris said...

...

29/6/07, 9:44 a. m.  
Blogger Isabel Burriel said...

Por un lado, como dice Martínez es natural y necesario para el ciclo natural que los cuerpos (animales, plantas o lo que sea) vuelvan al suelo. Así ha sido hasta la aparición del hombre. Las cuestiones religiosas fueron aportando nuevas formas de "deshacerse" de un cadáver, entre ellas, la incineración.
Yo personalmente prefiero esta última. Quiero desaparecer y no tener la posibilidad de que mi cuerpo se pudra debajo de tierra y además, me parece un acto hermoso.

29/6/07, 10:43 a. m.  
Blogger EL COMEDIANTE said...

Me ha hecho recordar un poema de Roque, "El descanso del guerrero":

Los muertos están cada día más indóciles. / Antes era fácil con ellos: / les dábamos un cuello duro una flor / loábamos sus nombres en una larga lista: / que los recintos de la patria / que las sombras notables / que el mármol monstruoso. / El cadáver firmaba en pos de la memoria / iba de nuevo a filas / y marchaba al compás de nuestra vieja música. / Pero qué va / los muertos / otros desde entonces. / Hoy se ponen irónicos / preguntan. / Me parece que caen en la cuenta / de ser cada vez más la mayoría!

29/6/07, 1:47 p. m.  
Blogger Sandra Becerril said...

Es una interesante forma de ver las cosas... y creo que tienes razón. Lo más valioso que nos dejan, es su recuerdo, quedémonos sólo con él

besos y feliz fin

29/6/07, 9:21 p. m.  
Blogger A. J. Zaragoza. said...

Y por qué no dar un paso más, tú dices el cuerpo al fuego, pero por qué no el cuerpo enterrado en la tierra pero junto al árbol para que sirva de "alimento", no es tan sólo residuo, aún tiene un último cometido, cerrar el ciclo...

Profundo pensamiento el que te invadió hoy, pero estos ejercicios también son necesarios de vez en cuado.

Bsos.

30/6/07, 12:42 a. m.  
Blogger Clarice Baricco said...

Muy Atinado tu escrito.

Abrazos

30/6/07, 3:59 a. m.  
Blogger Mandarina azul said...

Gilda, estoy con martinez. Vida y muerte se funden, es así, no creo que haya vuelta de hoja.
Pero sí estoy totalmente de acuerdo contigo en que frente a la muerte se ha de seguir viviendo. Eso siempre. :)

¡Un beso!

30/6/07, 10:11 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Muy buena reflexión.
Me recordó al capítulo de los Simpson en que enterraban basura de tal manera que un día explotó la ciudad, jajaja, decime que lo viste!!! jeje

La frase "la muerte lo tridimensiona todo" es excelente!

Besotes!!

30/6/07, 2:28 p. m.  
Blogger el nombre... said...

antes de contestarte cualquier cosa, voy a investigar un poco el tema, porque tengo entendido que los ritos funerarios tienen una funcion muy importante en el duelo de los que quedan vivos.
mas alla de eso, yo creo que tambien optaria por la cremacion, pero porque me da asco la putrefaccion...

de todas maneras, no pienso demasiado en eso.

30/6/07, 8:53 p. m.  
Blogger gemmacan said...

Completamente de acuerdo con la incineración; después las cenizas que cada uno las deje reposar donde más le plazca. En mi caso prefiero la tierra que el mar, aunque para entonces creo que me dará bastante igual ;)
besos!

30/6/07, 10:25 p. m.  
Blogger botas de agua said...

como decía W. Allen, no es que tenga miedo de morirme, es tan sólo que no quiero estar allí cuando suceda. Pienso bastante en la descomposición de los órganos ahora que murió alguien que quiero. como siempre digo, esos restos no son esa persona y dejaron de serlo en el mismo momento en que murió. así que no necesito que estén en un sitio pudriéndose para sentirme yo mejor... aunque también entiendo a los que psicológicamente requieren de una ubicación física para focalizar el dolor. pero pueden focalizarlo en una urna con cenizas, que ocupa menos... y yo que no quería hablar de esto... besos

1/7/07, 4:14 p. m.  
Blogger el nombre... said...

hecha la tarea!
evidentemente, tiene que ver con una cuestión cultural (y también religiosa-de la que no me hago cargo-).
Yo sé que el primer RITO entre los mal llamados "pueblos primitivos", decía, el primer rito, fue el funerario.
te dejo una página para que, si querés, veas cómo se plantea la muerte de acuerdo a las distintas culturas:
http://tanatología.org/culturas.html.

de todas maneras, como investigué, te cuento que ya se están pensando en "entierros espaciales". SIIII.
(yo en realidad mandaría al espacio a unos cuantos vivos!!!)

bueno, un beso

1/7/07, 10:17 p. m.  

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