Fachada (orden de muerte)
Mi obsesión de que cada cosa estuviera en su puesto no era el premio merecido de una mente en orden sino al contrario, todo un sistema de simulación inventado por mí para ocultar el desorden de mi naturaleza. (Gabriel García Márquez).
Pases a la hora que pases el día que pases, el tipo está barnizando la ventana. O pintando la reja. O regando las flores. A ver si se entiende lo que digo: el tipo pinta la reja de su casa dos veces por semana como mínimo. Un día diluvió toda la mañana. Apenas paró un minuto, me apuré a ir al almacén. Pasé por esa casa y el tipo estaba en la puerta, con su manguera, limpiando la vereda. A ver si se entiende lo que quiero decir: el cielo era una gran nube que había suspendido un instante su lluvia sólo para tomar aliento y seguir empapándonos. Y el tipo estaba manguereando la vereda.
Tiene entre treinta y cuarenta años, cualquier número es posible dentro de esos límites. Me gustaría creer que tiene, aunque más no sea, alguna posibilidad de salvación. Pero acá es donde mi optimismo no hace pie, porque es acá donde tengo que hablar de la madre.
El tipo vive con la madre. Esto no dice nada por sí solo. El tema es que siempre imagino el siguiente diálogo entre ellos:
-Mamá, ¿puedo suicidarme?
-No. Barnizá.
Porque el tipo barniza, pinta y riega con actitud de en el fondo de la lata de barniz está la muerte.
Algún día voy a fingir vender sábanas, como Manuel Mandeb, y con esa excusa voy a entrar en la casa. Fantaseo:
la vieja me abre la puerta y me hace pasar al living deslizándome sobre esos patines de felpa que se usaban antes para proteger el piso de madera. Allí está el tipo, lustrando la colección de platos que su madre tiene en la pared. Por supuesto, no se escucha música ni hay rastros de nada que tenga un costado pasional (trato de imaginarme a la vieja teniendo sexo y no puedo; deduzco que al tipo lo trajo la cigüeña).
Llego a mi casa. El graffitti que alguien dejó alguna vez en mi pared sigue ahí, en su lugar. Lo primero que veo al entrar es mi montón de cds acomodados de tal manera que parecen ser la maqueta perfecta de una fábrica de plástico en ruinas. A la izquierda, diviso dos pilas de libros que chumban: atrevéte a rozarnos sin hacernos caer... dale, vení si sos guapa.... Suspiro de alivio al ver que mis imperfecciones gozan de buena salud, y pongo la pava.
El paraíso es menos concreto, tengo ganas de grafitearle a la vieja. Luego, cuando me pregunte, con su cara de coronel que no tiene quien le escriba, si yo se quién osó escribir eso, le contestaré: Sí, señora... fue Borges.
Tomo mate sola, en pijama, con mi perro durmiendo a un costado. Mi caos tampoco es un paraíso, pienso. No me pregunten por qué, pero esa certeza no me entristece.
Y no esperen remate, esta vez no. El caos es sólo el principio.
26 Comments:
Yo sólo encuentro mis cosas sin tardar, en su perfecto desorden.
Así suele ser la cosa, lo realmente extraño es conocer a alguien con el interior y el interior colocados, limpios, en orden.
El caos necesita meterse en nuestra vida, y repartir locura de un modo u otro.
Algunos lo tenemos más complicado que tu vecino o que tú: la locura dibuja sus límites de un modo más impreciso, y a veces es difícil descubrir el límite del desorden.
El horror está en los objetos más cotidianos, es verdad. Hay una novela de Bolaño donde el horror está en un florero de León Felipe. Hay un cuento de Carver donde está en un limón. La grandeza de un escritor está en hallarlo, mostrarlo, y dejarlo ahí, en esos objetos, fuera de casa, pintando, sin que jamás entren en el salón de nadie.
me ha encantado lo de: "el caos es solo el principio...". Yo acepto el caos, pero no estoy seguro de que el caos me acepte a mí.
Soy tan desordenado que hasta el desorden necesita orden, jaja.
Buen relaro arcángel.
Abrazos.
Morí de risa con:
Mamá, ¿puedo suicidarme?
-No. Barnizá
Sé que tu post es más profundo pero se me quedó clavado el diálogo y por más que intento concentrarme para dejarte un comentario que esté a la altura, no paro de reír Gilda.
Verdad que me perdonas????
Jajajaja. No. Barnizá. jajajajaja.
Un beso y gracias por tanta risa.
Me encantó lo de la cigüeña, por otro lado pienso que un "poco" de caos no le viene mal a nadie, repito "un poco".
El caos es la salsa de la vida,desde mi punto de vista, sino yo no podria vivir, si tuviese que atenerme a la cuadratura del círculo.
besotes
Jajajaja, Arcángel, esto es de lujo!
Leído en voz alta y todo, morí con los diálogos!
Cómo se disfruta venir por acá!
Te dejo un abrazo grande!
-Mamá puedo suicidarme? No, hija, limpia la casa... me hizo mucha gracia, pero me recordó a mi, pasé malos días. Quiero decirte algo, Arcangel, algo desde el corazón: Es el mejor post que has escrito en tu vida, hay un fondo, un núcleo, que se entiende perfectamente, pero "barnizado" de un "cinismo y un sarcasmo" de película de cine negro, y para colmo, nos cuentas que tampoco el paraiso desordenado de las cosas es que sea el mismísimo edén, pero sí el edén que escogimos, no cómo aquel pobre hombre, con esa edad, robotizandose la vida...
Y encima encabezas el post con aquello tan bonito de Gabriel García Marquez...ufff, te lo juro, palabra de mujer, que hacía muchísimo tiempo que no leía nada igual, NADA. IMPRESIONANTE, eres una pedazoescritora, tía, me vuelves loca, fenómeno te salió¡
Besos fuertes, dios, dejaste el listón requetealto....
Con que Borges, eh ? jajajaja..hoy estás inspiradísima !!! lo de: Mamá, puedo suicidarme? No. Barniza! ..he soltado una carcajada.
En cuanto al desorden: sé como tengo la cabeza amueblada, cuando miro dentro de mi bolso. Hay días de armonía donde no hay ni un boligráfo fuera de sitio y otros que encontrar unas llaves es como llevar a cabo la Resolución de sistemas lineales.
Cariños de alcachofa
Nena, vos tan cerca y tomando mate acá nomás, al sur de este enjambre de ciudad. Y yo al oeste, un día nos tendríamos que juntar. Mi casa también es un caos, pero mío.
Caracola! Ya sabes que yo no soy dada al piropo (no por ratería sino porque no siempre ayuda tanto como nos parece) pero esta vez te lo digo: chapeau, caracola. Un regalazo.
jaja aun me dura la risa del barnizá.
Según la ley de la entropía, todo tiende al caos, luego el caos es el orden primero de todo(no me preguntes mucho más porque me lo explicó un físico y eso es lo que yo entendí y con lo que me excuso cuando llegan a casa visitas sin avisar.)
BRAVO!!!! este reflejo del caos tiene un orden supremo: no le falta ni le sobra una palabra, está todo perfectamente desordenado, es divertido porque está vivo, es reconocible.
Es un gusto, querida Gilda, que nos regales tu talento para la vida.
(Qué loco esto de los blog, realmente cada vez que te leo te conozco y aprecio más)
Te dejo mis felicitaciones y un beso.
Musa Rella
Absolutamente genial . Me dijo Malefica que me pasara por aqui y tendre que agradecerselo .
Voy a curiosear un poco con tu permiso. Tambien mi casa es un caos .
Besos y encantada .
Churra, te lo dije, esta tía es la hostia, la hostia¡¡¡
Bss, Arcangel, qué texto tan pulido... hija, lo voy a imprimirrrrrrrrrrrrr, te lo juro, de verdad, hoy aparcaba el coche y pensaba, TENGO QUE IMPRIMIRLO.
Bssssssssssssssssssssssssssssssss
Genial...el texto de GGM es algo sobre lo que yo he reflexuionado sobre mi misma...
Gracias, me has inspirado para hablar de ello en mi pequeño mundo
Un besito
Sophia
Genial arcágel. Me has hecho reir mucho. Qué ritmo tienes escribiendo, y qué plasticidad. Gracias.
Gabriel García Márquez desarrolló en Cien años de soledad la teoría del hacer para deshacer después, que noi es más que una manera de esperar a la muerte. Tú lo has desarrollado con maestría en este relato.
Un abrazo.
Cada vez que paso por aquí me llama la atención lo bien que escribes -ya no me sorprende. Felicidades por el relato, pobre hombre que quiere suicidarse y su madre no le deja.
Saludos.
soy la reina del desorden. me gusta tu forma de escribir=)
de lo mejor que te he leído. Brutal, chica. Todo. Las frases, diálogos, reflexiones. Me encantó.
Besos caóticos
creia haber dejado un comentario aqui hace ya unos dias.... hasta el blogger hay caos!!!
No me acuerdo ya lo que decia en el otro, algo asi como que me gusta el caos ordenado que hay en mi vida, y sobre todo que mi paraiso es terrenal...
besossss
Son ya varias veces las que he venido a leerte en este escrito. Pero es que, niña, es tan bueno, que una vez más no sé qué decir.
Besos.
Pues que se suicide después de barnizar, que carajo, va a dejar el trabajo a medias...
La ironía de tu texto me pareció mas que formidable, me pareció llena de maestría
Qué ritmo, chiquilla...
El paraíso es menos concreto,
y el caos es sólo el principio
(de veras, genial)
Un abrazo
Si fuera él me suicidaría antes y barnizaría luego, sólo por darle el susto a la vieja. Que "el paraíso es menos concreto" es el tipo de verdades que no conviene olvidar.
Me encantó leerte después de tanto tiempo (una semana para una internetera irremediable es mucho tiempo ;-) y más con este fantástico escrito.
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