20 marzo, 2007

Raros, como encendidos

El ser humano dedica gran parte de su vida a intentar ser aceptado por otros seres humanos. Para lograr esa aceptación, el hombre realiza ciertas cosas que, supone y con razón, lo van a depositar dentro de los confortables límites de la normalidad. Algunas de esas cosas nacen con la misma vida del hombre y otras las va adquiriendo en el camino.
Por ejemplo, es normal tenerle miedo a la muerte, coleccionar estampillas, ver una comedia romántica y enamorarse de Jude Law, estudiar una carrera y anotarse en las materias que le corresponden, cantar somos los muchachos peronistas en una Unidad Básica Peronista.
Son cosas normales y me parece bien que lo sean.
Pero es acá donde me acuerdo de Spectre.

Amplío para quienes no vieron El gran pez: el protagonista de esa película inmensa, Edward Bloom, se va de viaje y llega a un pueblo encantador llamado Spectre. Es uno de esos pueblos de cercas blancas, mujeres con grandes vestidos y peinados prolijos, y tartas enfriandose en la ventana. Es un pueblo en el que todo es normal.
Hasta estallar.

La buena noticia es que la existencia de Spectre es imposible fuera del cine, la literatura o la imaginación: nadie soporta tanta llanura.
Tengo un amigo que le tiene miedo a una propaganda de detergente, se de un blogger que colecciona palabras que signifiquen mariposa, una vez vi una comedia romántica protagonizada por Jude Law y salí del cine enamorada para siempre de Jack Black, mi prima que es fanática de Harry Potter estudia abogacía y se anotó en la materia Arte y Defensa Judicial sólo porque le recordó a Defensa contra las artes oscuras, un conocido mío fabrica castillos inflables en una Unidad Básica Peronista que está en el piso de arriba de una veterinaria que antes era pizzería.

Todos somos raros.
Y cuando nos enteramos que podemos ser iguales pero jamás idénticos, cultivamos nuestras rarezas como si izáramos nuestra bandera.
Y que se joda el mar que quiera mecerte a su antojo.

25 Comments:

Blogger Mandarina azul said...

Ay, querida arcángel, esas rarezas espontáneas, naturales, pueden fascinar... pero esas rarezas "trabajadas", aquéllas por las que algunos se esfuerzan precisamente porque queda muy "guay" ser raro, grrrr....

Qué bonito lo de coleccionar palabras que signifiquen mariposa...

¡Un beso! :)

20/3/07, 5:18 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

cada vez me trae más sin cuidado ser aceptado, soy raro de vocación, no por moda

besos

20/3/07, 5:21 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

No hay nada más raro en el mundo que una persona sin rarezas. Somos mas raros que los cuervos blancos.
Un abrazo arcangel.

20/3/07, 8:04 p. m.  
Blogger Letra said...

Yo no soy rara. Los raros son los otros!!!

20/3/07, 9:44 p. m.  
Blogger laonza said...

Y que feliz me hace que sea asi, justo ayer me decia mi bichitica que ella se sentia feliz poruqqe en su cole habia muchos niños chinos, japones, madrileños y hasta de barcelona jajaja!! y que le gustaba que la gente fuera diferente porque aprendia muchas cosas de todos... todos tenemos distinciones, rarezas, culturas (me fui del tema pero me provoco contarte esto) besos nena alada!

21/3/07, 6:10 a. m.  
Blogger malditas musas said...

Arcángel, qué gusto fue para mí esta lectura. Ese registro tuyo tan sincero de la realidad, el espejo ridículamente humano que nos mostrás.

Esa es nuestra esencia: la soledad. Ahí radica el gusto por la rareza y es esto último lo que la delata. Construimos castillos inflables para que los habiten otros, para estar menos solos.

Muchos besos!
Musa Rella

21/3/07, 8:00 a. m.  
Blogger Lost in Translation said...

yo acepto que soy rarita! que le vamos a hacer

21/3/07, 8:27 a. m.  
Blogger NoSurrender said...

Claro que todos somos raros: la "normalidad" no es más que una referencia estadística donde realmente no se encuentra nadie ¿verdad?

21/3/07, 9:19 a. m.  
Blogger Atzavara said...

Buena reflexión... y Marea de broche final... châpeau...!!

21/3/07, 10:59 a. m.  
Blogger Mr. TAS said...

¿la 'rareza' o lo 'raro' no deja de serlo cuando se extiende a la mayoría?
¿no es entonces cuando pasa a ser lo 'normal'?
¿entonces volvemos a ser normales?

un saludo

21/3/07, 11:17 a. m.  
Blogger Astilla said...

Reivindicar la rareza como una forma genuina y única de belleza.

Que lindo Arcángel.


Un abrazo fuerte.

21/3/07, 5:17 p. m.  
Blogger fractal said...

Adjetivar a alguien de raro es tanto como demostrar una pobreza de lenguaje que a mi, personalmente, me saca de quicio. Sucede igual cuando un niño empieza una definición diciendo "es una cosa...". No, no y no. Tildar a alguien de raro es admitir la falta de calificativos más acotados. Y lo peor, un egocentrismo imperdonable, un negar la diferencia que no se puede perdonar.
Sabes una cosa, querida arcangel, nunca hago nada para justificar mis rarezas. A tomar viento!

Un beso.

22/3/07, 6:44 a. m.  
Blogger Narrador said...

Toda la vida mis amigos y yo fuimos "los raros", los que leimaos comics y hablabamos de peliculas.
El otro uno de mis amigos me dijo que ahora todo el mundo sabe quien son los x-men, que puedes decir hellboy sin que nadie te mire raro.
Le respondi que algunos "raros" de nuestra generacion empiezan a tomar el poder... y que, la verdad, no tiene tanta gracia como cuando era un secreto.

Shhh... Aun nos quedan rarezas en la recamara... pero esas no se cuentan... eso, como dice Miss Mandarina, lo hacen los raros de pose.

22/3/07, 7:37 a. m.  
Blogger Narrador said...

Acabo de recordar a que extremos llegamos. La marca de coches Seat en España acaba de lanzar un anuncio que consite en Cortazar leyendo el Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj... mientras arrastra las erres pienso que jamas me comprare ese coche, aunque es agradable entrar en un sitio y que las erres se arastren de manera tan reconocible.

PD: Ya veo un incremento en la venta de audiolibros.

22/3/07, 7:51 a. m.  
Blogger Sandra Becerril said...

Sí, todos tenemos algo de rareza y algo de locura oculta... yo por ejemplo... mi bebé se va a llamar Sebastián Ender... cielos

besos

22/3/07, 2:33 p. m.  
Blogger TORO SALVAJE said...

Qué película El Gran Pez, una pasada, tremenda.

Claro que somos raros, y eso que no mostramos todo, si lo hicieramos sería el fin.

Besos Arcángel Genial.

22/3/07, 2:59 p. m.  
Blogger Caiguar said...

pero somos nosotros y nuestro bagaje, no todos miramos igual aunque tengamos los mismos ojos, yo me enamoro de los raros y la extravagancia; nadie es normal y los más normales son las personas más extrañas, las convencioes son irreales. prefiero beber del lago dónde todos toman y echarme uno que otro pescadito en el trago.

22/3/07, 4:49 p. m.  
Blogger Valeria said...

Viva las diferencias!
Las rarezas no hay que ocultarlas, creo yo, mejor mostrarlas abiertamente... incluso subrayarlas.
Un saludo, Arcangel

23/3/07, 5:47 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Las llamadas rarezas es lo que determina las diferencias, el cada ser humano sea el mismo y diferente a la vez, la base de una sociedad plural es aceptarlas como algo normal, algo que forma parte de nosotros.

23/3/07, 7:12 a. m.  
Blogger Alice ya no vive aquí said...

Es en cada rareza donde nos identificamos, donde dejamos de sentirnos uno más y sabemos que somos únicos en algo, por extraño o surrealista que resulte lo que nos diferencia.

Me encantan las rarezas de cada uno, es lo que nos hace especiales al fin y al cabo.

23/3/07, 8:23 a. m.  
Blogger Ula said...

Muy graciosas las rarezas que enumeras.
De cara a la galería, a la tribu, tenemos que hacer cosas normales, aceptadas por la mayoría.
A solas, somos únicos e irrepetibles por eso somos raros. y eso es lo mejor que tenemos.

23/3/07, 1:55 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Esas manías de parecidos "parecen" casi competencias o apuestas a ver "quién da más".
Tendemos a unificar todo, hasta nosotros mismos, pero la colección de algo se la adjudico a la necesidad de pertenencia, esa nefasta necesidad casi inconciente.

Te dejo un abrazo grande!

23/3/07, 3:54 p. m.  
Blogger Isabel Barceló Chico said...

A poco que se rasque, en cada uno de nosotros puede encontrarse alguna particularidad, por no decir extravagancia. Esa diferencia nos hace sentir bien, como señalas, a condición de que sea realmente pequeña. Saludos cordiales.

23/3/07, 5:42 p. m.  
Blogger Clarice Baricco said...

Me gustó la película mencionada.
Me gustan las rarezas pero de tantas se convierten en iguales.
No importa.
Todos estamos.
Estoy loca. Bien.

26/3/07, 12:10 a. m.  
Blogger Diabliya Cronopio said...

Petiso y de Racing.
"Que raro vos", me dijiste.
Y si, es por esto que explicas tan maravillosamente que sucedió.

20/4/07, 5:57 p. m.  

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