Otra noche en ese extraño mundo colateral
Soñé que me había ido de vacaciones, o eso parecía. Tal vez era un fin de semana largo. Estaba en lo que, supongo, era un hotel. En el recibidor de un hotel. Revolvía mi valija abierta, buscando con apuro mi traje de baño (creo). Había un hombre viejo, de pelo largo, que hacía artesanías: pulseras, collares. Yo pasé por su costado y me paré en la puerta de un ascensor que a la vez era la puerta de un tren o un subte. Me paré ahí porque al lado de la puerta, sentado en una banqueta alta, sin respaldo, estaba Keith Richards. Me agarró de la mano y hablamos un rato.
De la nada, aparecí en un jardín. Sobre el pasto alguien había puesto una mesa. Arriba de la mesa estaba mi tortuga, pariendo tortuguitas. Tuvo tres.
Me desperté.
Siempre será curiosa la sensación: no puedo creer que no haya sido cierto.
De la nada, aparecí en un jardín. Sobre el pasto alguien había puesto una mesa. Arriba de la mesa estaba mi tortuga, pariendo tortuguitas. Tuvo tres.
Me desperté.
Siempre será curiosa la sensación: no puedo creer que no haya sido cierto.
4 Comments:
Nunca se sabe quizá si ocurrió realmente, e hiciste ese viaje, y lo más fuerte es que puede que lo hicieses con los Rolling, que están viejos pero nos tumban a todos.
besitos
muy loco el sueño...o la realidad q buscamos vivir,q dandome cuenta al escribir,es un sueño jejejeje
muy chocante debe ser ver parir a tu tortuga no??
keith te dio la mano...en la vida real y los sueños vos si q conoces a personas grossas de la musica...
me voy besos
jajaja..que lindo que son los sueños..Gildis... sos de las mias!!
che..todavia no tengo las fotos en cuanto las tengas te las pasoo!!
besungos hermosa.. nos hablamos como siempre!!!
Natty :)
Éste podría ser un buen principio para el diario de sueño...
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