Despabílate, amor
Ayer vi Chicago, película con Renée Zellweger y Catherine Zeta-Jones como protagonistas.
Renée Zellweger interpreta a una mujer que asesina a su amante luego de enterarse que éste le mintió, que no puede convertirla en una estrella de las tablas. Ella está casada con un hombre cuya característica más marcada es una pasividad de sobremesa de domingo. El tipo es un perdedor sin más voluntad que la de hacer todo lo que ella le pide. El tipo está siempre, ahí donde ella necesite un cordero que se sacrifique en su honor. Es una de esas personas de quienes se dice "... es tan bueno...". Y sufre mucho.
Me resultó fácil simpatizar con el pobre infeliz.
Es decir, me resultó fácil durante un minuto; luego recordé (qué cosa bárbara, la memoria disparadora) una película de Woody Allen en la que un hombre engaña a su mujer (una de esas mujeres perfectas) y cuando ella lo descubre él le dice
- Es que es muy difícil ser feliz con alguien que nunca necesita nada.
Luego recordé este poema temperamental de Julio Cortázar:
No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que
vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino,
naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni
guante;
tállame como un sílex, desespérame.
Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu pelo. Dálos.
Ven a mí con tu cólera seca de fósforos y escamas.
Grita. Vomítame arena en la boca, rómpeme las fauces.
No me importa ignorarte en pleno día,
saber que juegas cara al sol y al hombre.
Compártelo.
Yo te pido la cruel ceremonia del tajo,
lo que nadie te pide: las espinas
hasta el hueso. Arráncame esta cara infame,
oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre.
Y ya no me simpatizó sino que pensé que se joda, por nunca necesitar nada.
Renée Zellweger interpreta a una mujer que asesina a su amante luego de enterarse que éste le mintió, que no puede convertirla en una estrella de las tablas. Ella está casada con un hombre cuya característica más marcada es una pasividad de sobremesa de domingo. El tipo es un perdedor sin más voluntad que la de hacer todo lo que ella le pide. El tipo está siempre, ahí donde ella necesite un cordero que se sacrifique en su honor. Es una de esas personas de quienes se dice "... es tan bueno...". Y sufre mucho.
Me resultó fácil simpatizar con el pobre infeliz.
Es decir, me resultó fácil durante un minuto; luego recordé (qué cosa bárbara, la memoria disparadora) una película de Woody Allen en la que un hombre engaña a su mujer (una de esas mujeres perfectas) y cuando ella lo descubre él le dice
- Es que es muy difícil ser feliz con alguien que nunca necesita nada.
Luego recordé este poema temperamental de Julio Cortázar:
No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que
vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino,
naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni
guante;
tállame como un sílex, desespérame.
Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu pelo. Dálos.
Ven a mí con tu cólera seca de fósforos y escamas.
Grita. Vomítame arena en la boca, rómpeme las fauces.
No me importa ignorarte en pleno día,
saber que juegas cara al sol y al hombre.
Compártelo.
Yo te pido la cruel ceremonia del tajo,
lo que nadie te pide: las espinas
hasta el hueso. Arráncame esta cara infame,
oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre.
Y ya no me simpatizó sino que pensé que se joda, por nunca necesitar nada.
6 Comments:
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no me gustó mucho Chicago, pero soy un gran seguidor de woody, me gustan todas sus películas, unas más que otras. Pero incluso la más ligera, es interesante.
besitos
No esperaba ese remate y me gustó.
Chicago es una muy buena película.
El tipo que decís trabaja también en Magnolia.
silgüiver!! ?
¿Silgüiver? ¿Quién será ése?
Claro, Gitano, es el policía.
Actorazo.
Y bueno... uno en un ataque de amor romanticón, puede llegar incluso hasta apreciar su predisposición a favorecer... en un sentido "paaaabreeee"...
Pero la verdad es que, dan ganas de abofetearlo!...
Es difícil hacer feliz a alguien que no necesita nada?? sí definitivamente!
Me encantó el poema de Córtazar..
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