Sin equívocos de vodevil
Que la obesidad sea una enfermedad no significa que la anorexia sea un estado saludable, y viceversa. Que te quiera con toda mi alma no significa que seas la única persona a la que quiero. Un león puede estar enjaulado, pero sigue siendo un león. Un boxeador puede estar contra las cuerdas, pero sigue siendo un boxeador. Que disfrute de mi soledad no quiere decir que no me guste estar rodeada de gente. Que no te llame en diez días no quiere decir que no te piense cada diez segundos. Que llegue primera en esta maratón no significa que sea una triunfadora en todas las maratones. Que en este baile nadie me saque a bailar no quiere decir que nunca nadie me saca a bailar.
No creo en lo absoluto. Creo, como Henning Mankell, que ninguna imagen reproduce la totalidad. Porque si te digo te amo, quiero decir te amo, pero si te digo siento algo en el pecho puedo querer decir que te amo, o que me está dando un infarto, o que estoy acostada en el medio de la calle y un elefante está pasando por encima mío.
Me dijeron que soy extremadamente sincera. Que no doy vueltas. Que cuando digo lo que digo no dejo lugar para las dudas. Me lo dijeron como elogio y me lo dijeron como crítica. Por decir lo que pienso sin pensar lo que digo más de un beso me dieron, y más de un bofetón, canta Joaquín Sabina. Me lo dijeron y lo asumo, me hago cargo, me reconozco.
Odio los eufemismos, y desconfío de quienes hablan como si sólo existieran dos opciones: vida o muerte, amor u odio, paz o guerra, placer o dolor, correcto o incorrecto. Y yo creo que hay más matices que arbitrariedades (en el infierno también hay cielo, canta Iván Noble). Y por eso, si un elefante está pasando por encima mío, no te voy a decir siento algo en el pecho. Porque creo en los matices, porque vindico los matices. Porque los matices dan libertad. Llamar a las cosas por su nombre da libertad.
Y cuando digo que quiero libertad, es eso lo que quiero decir.
No creo en lo absoluto. Creo, como Henning Mankell, que ninguna imagen reproduce la totalidad. Porque si te digo te amo, quiero decir te amo, pero si te digo siento algo en el pecho puedo querer decir que te amo, o que me está dando un infarto, o que estoy acostada en el medio de la calle y un elefante está pasando por encima mío.
Me dijeron que soy extremadamente sincera. Que no doy vueltas. Que cuando digo lo que digo no dejo lugar para las dudas. Me lo dijeron como elogio y me lo dijeron como crítica. Por decir lo que pienso sin pensar lo que digo más de un beso me dieron, y más de un bofetón, canta Joaquín Sabina. Me lo dijeron y lo asumo, me hago cargo, me reconozco.
Odio los eufemismos, y desconfío de quienes hablan como si sólo existieran dos opciones: vida o muerte, amor u odio, paz o guerra, placer o dolor, correcto o incorrecto. Y yo creo que hay más matices que arbitrariedades (en el infierno también hay cielo, canta Iván Noble). Y por eso, si un elefante está pasando por encima mío, no te voy a decir siento algo en el pecho. Porque creo en los matices, porque vindico los matices. Porque los matices dan libertad. Llamar a las cosas por su nombre da libertad.
Y cuando digo que quiero libertad, es eso lo que quiero decir.
46 Comments:
Gilda, permíteme un aplauso, por favor.
Si tuviera ahora una copa (y menos mal que no, ya quedé harta el fin de semana), la levantaría para brindar por los matices, por la libertad de los matices y la sinceridad. Porque si te digo que eres buena, te quiero decir que eres buena, que me gusta leerte, y que olé tu sinceridad (lo siento por los bofetones, eso sí)
Un abrazo de admiración y apoyo.
La sinceridad es una rara avis.
De tan rara que es casi está mal vista.
Y de ahí los bofetones.
Esta mañana he escuchado esa canción, y otras, de Sabina.
Otro sincero.
Besos.
Me dejaste clavada la imagen del péndulo de Foucault!
No sé bien por qué (o quizás sí pero es inconfesable) hoy tu magnífico artículo pegó en mi propio blanco, que tiene algo de negro y varios matices grises. El punto es que comparto, casi religiosamente tu pensamiento.
Por cierto, todavía no averiguo si se trata de un elefante…pero se siente, claro que sí.
Torrontés para la ocasión.
Bravísimo Amiga Mía!
La verdad es que muchas veces confundimos lo que deseamos con lo que queremos oír, estamos tan mal de autoestima...
besos sinceros
Llamar a las cosas por su nombre da libertad a los demás y te la da sobre todo a ti misma. ESta sociedad occidental, por desgracia, nos enseña a fingirnos con la excusa de no herir y al final a quien más herimos es a nosotros mismos. Por eso, ahora tengo que desaprender toda mi socialización y aprender a decir de nuevo las cosas como son, sin extremismos, pero sin velos...
Yo te aplaudo Arcángel del otro lado del mundo. Hoy te aplaudo...
Yo también creo en los matices, necesito los matices. No me valen un sí y un no, porque a veces pueden existir mil matices que los conviertan en quizás...
Besos
Sobre los matices, totalmente de acuerdo.
Sobre la sinceridad..., ummm..., depende.
Hay una pelicula protagonizada por Jim Carrey (no recuerdo el título) en que debido a un accidente que sufre, no puede mentir nunca. Es decir, que siempre tiene que ser sincero. Está en clave de humor, pero imaginar un mundo donde reine la total sinceridad da mucho que pensar.
"Sinceramente" creo que los humanos no podríamos soportarlo.
Lo de ser totalmente sincero siempre sí que necesita matizarse. Y mucho.
Buen texto para reflexionar, sin duda.
Que pase y lea tu blog, no significa que siempre tenga algo para comentar de los posts; sin embargo, los considero muy interesantes.
Un abrazo, Gilda! :)
No dejes nunca de llamar a las cosas por su nombre y a tu manera.
BEsos
Y no dejes de ser así, todo lo demás es complicar lo que ya de por si es complicado, y eso no favorece a nadie.
Sé libre, y ya está :)
Tampoco yo creo en las verdades absolutas,,, supongo que por eso no elegí ciencias... besitos varios.
Uno de los cuatro acuerdos de M.A. Ruiz es SÉ IMPECABLE CON TUS PALABRAS.
Precisamente, haciendo acopio del tesoro de matices que tenemos a nuestro alcance para hablar y escribir, podemos nombrar a las cosas por su nombre, gracias a las palabras adecuadas.
Besos de agua,
Una vez leí o escuché, no sé dónde: "que sea paranoica no quiere decir que no me sigan".
:)
Sinuosa: por supuesto. Vi esa película, y coincido. No creo que sea lo mismo sinceridad que crueldad. Todo el tiempo estamos rodeados de personas, y debemos hacer que la convivencia sea soportable, aunque sea por un tema de supervivencia. Si una persona me pregunta "¿soy horrible?", yo jamás le diría que sí. Pero entiendo que si me pregunta es porque le interesa mi opinión; entonces jamás le contestaría, tampoco, "no, sos hermoso" si considero que no lo es.
Apapachos a todos!
Una vez escribí un micro al respecto.
Ya lo cantaba Sabina:
Y así fue como aprendí que en historias de dos conviene a veces mentir
que ciertos engaños son narcóticos contra el mal de amor
Y quién soy yo para llevarle la contraria.
Tuve una sensación rara, como si esto lo hubiera leído ya.
Honestidad brutal.
Apapacho.
HEY!!!!!
Qué buen post... No pudiste haberlo dicho de forma más clara y precisa..
tal cual..
Te cuento que a mí también me han acusado de lo mismo... e incluso me han dicho que debería tener más "tino", que soy muy poco "tinosa".. pero sospecho que han querido que use más eufemismos jeje...
pero tampoco me agradan ;)
y estoy totalmente de acuerdo contigo: llamar a las cosas por su nombre da libertad..
y te lo digo eh... este post es una maravilla.. me ha gustado mucho leerte hoy..
besos..
Ah!! me gusta mucho esa canción de Sabina...
En qué calle vivís?
Bellisimo..verdades absolutas,, sentimientos absulutos,,. no existen aveces me amo y me odio en el mismo instante aveces sólo estoy y soy y no soy nada..espero que pases por mi blog es nuevisimo y me gustaría que pasaras y me dieras algunas recomendaciones.. muy buen blog
Sé tu, amiga,
sé libre.
Escucha lo que tengan que decir
y reserva aquello que te ayude a ser mas libre cada dia.
Abrazo.
Me da la sensación querida Gilda que te piden demasiadas explicaciones, que te exigen ciertos postulados, que te cuestionan ciertas actitudes, y que quieren controlarte algunas maneras.
Lo importante mi querida amiga no solamente es reivindicar la libertad sino ademas sentirte como tal.
Me parece muy correcto que te reveles y actues en consecuencia.
Oyee es eso cierto que en la chepa de todo argentino siempre hay un psicologo, o eso solo se dice por aqui.
Besos.
Estoy de acuerdo en todo. Los sagitarios tenemos que mordernos la lengua muchas vces, los otros signos saben que somos muy sinceros y ahí están siempre inquiriendo porque saben que no les vas a mentir, pero aprendí que la sinceridad puede hacer mucho pupa: susto o muerte? -es un chiste que corre por aqui-.. y yo me digo: no podríamos dejarlo en pequeño incidente? :)
Apapachos
Muy cierto, señorita :)
Las personas somos matices; pensamos y hablamos con matices y no sólo por cortesía, sino para expresar mejor nuestros sentimientos, todos ellos matizados, como tan bien lo explicas.
Me ha gustado mucho también el cuento anterior. Sobre todo esa frase final, tan certera.
Como siempre, un placer venir a leer :)
Apapachos, querida amiga.
Marcelo: ¿estás poniendo a prueba mi sinceridad? Jajaja, te mando un mail y te respondo.
Mikel: sí, es verdad. Somos muy de psicoanalizarnos. Es algo bastante común acá.
:)
Apapachos a todos!
Di que si, cirtalino como el agua clara, pero hasta la sinceridad mas absoluta es relativa a dios gracias y la libertad a veces es una cadena como otra cualquiera .
me ha encantado eso de que que sea paranoica no significa que no me sigan .
Besos
no renuncio a los eufemismos, y a veces, digo que siento algo en el pecho cuando tengo ganas de vomitar. Perdóname si soy tan crudo, pero, querida Gilda, no me guardo tampoco las ganas de decirte que tu prosa es clara, tan clara como este día. Y fíjate si es un día claro, que desde Madrid diviso un elefante paseando sobre el pecho de un arcángel en una calle de Lanús.
¿Y qué dirías, Gilda, si un elefante se subiera a tu pecho? Siento curiosidad.
Siento algo en el pecho.
;)
Los matices son importantes, sí. Y también las contradicciones que nos definen a cada paso que damos. Que también decía Sabina eso de “Que el cuerpo está en el alma, que Dios le paga un sueldo a Satán”
Besos, Gilda, y sigamos huyendo de negros y blancos.
Herman: creo que no me daría tiempo a decir nada.
:)
Apapachos a todos!
Claro, todo depende del cristal con el que se mire y al igual que tú, no creo en verdades absolutas. Todo es relativo. A lo que nunca hay que renunciar es a la sinceridad, por lo que adoro ese rasgo tuyo, que por supuesto, yo también cultivo. Un beso, angelito. Cuídate.
Sin eufemismos "Brillante" y es eso lo quiero decir... esa costumbre de querer bajo el agua, cuento daña.
De nuevo, bello y hermoso.
Te abrazo
MentesSueltas
Amén. Prefiero la honestidad brutal que la farsa aromátizada.
la libertad es, por tanto, amiga de todo lo relativo... del equilibrio.
Bien traído, el citar a Mankell.
Raúl: leí por ahí que está escribiendo el último libro de la saga de Wallander. Una pena.
Apapachos a todos!
:)
que tendra la libertad q es tan ansiada por todos...
porque no nos sentimos libres?
Que buen relato. Me ha gustado mucho.
Sin embargo yo, a manera de opinión personal, a veces creo en las cosas tajantes y otras tantas le doy oportunidad a los matices.
¿Habrá cielo en el infierno?
¿Es un escrito ficticio o tiene destino humano y personal?
Interesante relato.
Saludos.
si señor las cosas claras y el chocolate espeso, jejjeje
yo tb pienso que no todo es blanco o hegro, hay mil matices de gris, aunque a veces la vida no te deje verlos
un beso gilda y gracias por las felicitaciones
Hay demasiados "daños colaterales" en el lenguaje, demasiadas perversiones. Llamar a las cosas por su nombre es Libertad de Expresión. Y de verdad que me he preguntado muchas veces si esa libertad tiene matices.
Te recuerdo que hay correos virtuales y aéreos, por si necesitas un Bolaño.
jaja excelente!
y es que el blanco y negro pasó de moda hace siglos..
salud por la escala de grises!
saludos ocurrentes
el sincerisidio cronico es cosa de valientes, pero poco tolerable por los cobardes.
y te creo, y te respeto por eso.
perdido por perdido, me quedo tranquila conmigo si dije todo lo que tenia dentro.
gracias por el abrazo.
bsotes.
Ro!
Gracias a todos.
Apapachos!
:)
Me interesa la pintura, y, en ella no existe ni el blanco ni el negro, solo matices entre ellos.
Quien no puede ver los matices no puede pintar... ni tampoco vivir... bueno sí, pero una vida realmente pobre...
Por toda esa sinceridad que se critica o se elogia, te salen textos tan redondos como éste. Creo que es una buena definición de lo que es Gilda para Gilda misma y para los Gildenses en los que me incluyo.
Cuando pase un elefante por encima tuyo, dirás exactamente eso: está pasando un elefante por encima de mí.
Me he acordado de aquello que me contaste, lo que ahora no sé si aquí o en mi blog. Llamar a las cosas por su nombre da libertad... y eso ya lo dijiste en relación a la enfermedad de tu Nona (creo, creo, espero no equivocarme).
Yo también te aplaudo.
Y te abrazo.
Fusa: sí, tenés razón. Hablé de esto en relación a la enfermedad de ni nona. Cuando tuvo cáncer, sólo pude sentir que sabía dónde estaba parada cuando pude pronunciar esa palabra. Los eufemismos me trababan los pies.
:)
Te abrazo.
Apapachos a todos.
Si es que vamos por la vida con visión de tunel. El día que disfrutemos de nuestra visión periférica nos daremos cuenta de que no todo es blanco o negro, que como muy bien dices, el mundo está lleno de matices. ¡Menuda revelación!
Un beso.
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