06 junio, 2008

El amigo estoico

Aquiles tenía un amigo fiel. Si había un velorio, el amigo era el primero en consolar a los presentes, en servir café y en llorar junto al cajón. Si la heladera se descomponía, ahí estaba el amigo con su caja de herramientas. Aquiles recordaba que su familia siempre le decía los verdaderos amigos se ven en las malas, así que Aquiles se sentía afortunado.
Sin embargo, el amigo estoico que acudía presuroso ante la más mínima sospecha de desgracia, nunca daba acto de presencia en los momentos de celebración. Cuando Aquiles salió campeón con el equipo de fútbol del club de barrio, cuando le dieron el diploma al finalizar su carrera, cuando nació su hijo, el amigo tuvo otras cosas que hacer. No fui a tu cumpleaños porque mi vecino necesitaba que alguien fuera a comprarle aspirinas, argumentaba. No pude brindar por tu nuevo puesto de trabajo porque a otro amigo se le quemó la lamparita, justificaba. Y Aquiles comprendía.

El día más glorioso de su vida, Aquiles organizó una fiesta. Torta, champán y gente querida. Pero el amigo nunca atravesó la puerta de entrada, y a la hora del brindis su copa seguía intacta. Trémulo y opaco, Aquiles entendió que la vida, al menos la suya, es velorio y carnaval, y sin ese equilibrio el mundo cae en la nada. El universo abunda en socorristas y carece de personas que acompañen la felicidad del otro, pensó Aquiles, envenenado de dolor.
Mientras el amigo estoico apagaba incendios tal vez provocados por él mismo, Aquiles se introdujo en el solitario sendero del festejo, oyendo el eco de sus pasos y sintiendo en su pecho el aullido del vacío.

57 Comments:

Blogger El Secretario said...

Hola Arcángel.

Hay seres que sólo se sienten atraídos por la desgracia, aunque ésta sea minúscula...

Puede que se alimenten de ella y que los momentos de felicidad les roben energía.

Conozco personas que van a todos los velorios, incluso de gente que no conoció.

Algunos van a los hospitales a consolar, pero ese ya es un caso distinto: creo que intentan alejar el dolor de los que allí sufren y agotan su tiempo.


Muy buena tu historia.


Abrazo amistoso.

6/6/08, 12:25 p. m.  
Blogger TORO SALVAJE said...

Me suena a un comentario que me dejaste, decía algo así como que hay amigos que no soportan que a uno le vayan bien las cosas, más o menos.

Me sonó a eso.

Besos.

6/6/08, 12:35 p. m.  
Blogger Camille Stein said...

la desgracia de los demás consuela la catástrofe interna

y en esa catástrofe la celebración ajena hace brotar flores de envidia

...

entregado me tienes cuando escribes

:)

un beso

6/6/08, 12:35 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Diferentes puntos de vista ante las cosas.

6/6/08, 12:50 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

me gustan aullar a la sangre lunar

besotes

6/6/08, 2:30 p. m.  
Blogger Aprendiza de risas said...

En esta vida cuando uno se queja y muestra pesar se le pegan las personas como moscas. Pero cuando uno exterioriza fuertemente su dicha, los hay que se van por la esquina sin apenas mediar palabra.
En fin, que lo mejor es ser uno mismo sin esperar la reacción de los demás.

Besitos mi linda,

6/6/08, 2:45 p. m.  
Blogger Arcángel Mirón said...

Toro: sí, es eso.

Hoichi: ¿que qué?

Apapachos a todos.

:)

6/6/08, 2:54 p. m.  
Blogger Sil.* said...

La amistad, querida Gilda, es más rebuscada de lo que parece y muy a nuestro pesar, aquellos que se llaman "AMIGOS" realmente no lo son.
Sostengo que es el alma quien siente la presencia, la compañía, la solidaridad de un amigo, aunque este no esté. Si necesito verlo siempre, es porque no necesariamente es un amigo. Si tengo que avisarle cuando es mi mejor o mi peor momento, tampoco lo es, porque un AMIGO verdadero, los siente, lo olfatéa y lo sufre de la misma manera, sin palabras, sin nada más que gestos.

Me da pena Aquiles, pero más su "amigo".

Un abrazo gigante Gilda!!

Sil.*

6/6/08, 3:19 p. m.  
Blogger Gwynette said...

Es una amistad extraña, si. Me ha gustado mucho esto de:" el amigo estoico apagaba incendios tal vez provocados por él mismo" -de repente una frase eleva al gesto de genial tus posts, querida- :-)

Tengo una tía, que solo es felíz hablamdo de entierros y enfermedades, te da al detalles de todas las desgracias del barrio... o_O

Besitos Gilda


PD..ay, no se si podré editar, es que no me deja...

6/6/08, 3:34 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Es cierto que hay gente así. Del mismo modo que también hay amigos que se esfuman en cuanto hay dificultades. Los buenos, que son pocos, acuden sin llamar cuando las cosas van mal y acuden corriendo a abrazarte cuando hay celebración.
Ay, Gilda, cómo me gusta lo que escribes...

6/6/08, 4:25 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Personas así buscan nada mas ser el centro de la atención. Como los que estan solo en los momentos buenos.

Que bien escribis.

Buen fin de semana.

...Victor...

6/6/08, 4:36 p. m.  
Blogger oliver sotos gonzález said...

Vaya par de amigos! No eran capaces de disfrutar el uno del otro, ni en presencia, ni en ausencia.

Menudo retrato del egoísmo!

Saludos!!!!!

6/6/08, 5:15 p. m.  
Blogger Lola said...

Me pregunto si Aquiles correspondió a su amigo acompañándolo en momentos difíciles, si el tal amigo tendría algún otro amigo que acudiera a su lado para acompañarlo, servirle té o llevarle una aspirina...

6/6/08, 7:45 p. m.  
Blogger Marcelo said...

Uy, me dejaste pensando...Pienso si tuviera que optar por uno u otro. Digo, supongamos que no pudiendo tener un amigo que esté en las buenas Y en las malas, se me de la opción de elegir...Y tal vez elijo al amigo en las malas! Aunque a veces la actitud se parece a la envidia...No estoy seguro, me dejaste pensando!

7/6/08, 12:10 a. m.  
Blogger Belén said...

En esta vida hay que ser lo que quieras, no lo que los demás esperan de ti, si no vaya estres...

Besicos

7/6/08, 5:01 a. m.  
Blogger Nootka said...

Estoy completamente de acuerdo, los amigos tienen que disfrutar sinceramente al verte feliz.

7/6/08, 6:06 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Una gran verdad.
A veces nos cebamos con el dolor, con la tristeza, con los malos momentos y dejamos vacíos, los aspectos más positivos de la vida que nos ha tocado vivir.
Hay muchos amigos estoicos por estos mundos y lo que hace falta es celebrar más.
Dejemos las lágrimas a un lado o al menos intentémoslo.
Me encanta pasarme por tu blog y ver que tienes algo nuevo.
Es un placer perderse en tus letras, querida Gilda.
Un beso y hasta pronto.

7/6/08, 9:20 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Cada vez me gusta más leerte,
como andas gilda?

Un amigo,
Agustí

7/6/08, 10:17 a. m.  
Blogger Raúl said...

Una maravillosa metáfora de lo que debería de ser el equilibrio.

7/6/08, 10:29 a. m.  
Blogger Chicho said...

......capto esta historia..está bién que haya gente que te console...te abraze en casos de tristeza....pero y poder tumbarse en un parque a mirar el cielo y a reir....? eso también debe de hacerse.....

7/6/08, 11:30 a. m.  
Blogger memoria said...

¡Cómo me gusta pasar por aquí a leer pequeñas (grandes) historias!

7/6/08, 12:40 p. m.  
Blogger la ñata said...

como andas vecina, debes en cuando me cuelgo con algunas de tus historias.... jajajaja a ver cuando escribis alguna de la ñata rock
un beso

7/6/08, 2:51 p. m.  
Blogger Arcángel Mirón said...

Agus!! Tanto tiempo... yo bien. ¿Vos?

Te abrazo.

Apapachos a todos.

7/6/08, 3:18 p. m.  
Blogger GLAUKA said...

A mí es que me pasó al revés, siempre me pidieron la mano para caminar, el hombro para llorar sobre él, incluso la cartera ... y cuando necesité un mínimo de "estoicismo" ajeno, volaron todos aquellos amigos que sólo recibían de mí, que me chupaban la energía.
También es verdad que descubrí que aquella compañía que ofrecían cuando las cosas me iban bien no era tal, era sólo una manifestación de la envidia más, pero la más estudiada: acompaña al que la vida le sonríe... algo e caerá. Y tenían razón, les caía, y mucho.
Pero cuando a mí se me torcieron las cosas y pedí una palabra, todos tenían mucho que hacer. Es más, me sorprendieron tan dolorosisimamente algunos superíntimos, que es posible que gracias a eso destacara el comportamiento de amigos que no lo eran tanto y que a partir de entonces, lo son más.

7/6/08, 3:56 p. m.  
Blogger Castigadora said...

No sé como lo haces pero siempre consigues acercarme a los personajes de tus relatos, y en esta ocasión me parece identificar claramente a los protagonistas. A veces en los momentos alegres también necesitamos de la ayuda que nos prestan los amigos, no sólo en los malos.

Besoss

7/6/08, 4:31 p. m.  
Blogger mera said...

Es que los hay gafes!, si no tienen velatorio, matan a uno para consolar a los parientes.

7/6/08, 7:00 p. m.  
Blogger Susana Peiró said...

Muy buen retrato. Es la primera vez que alguien le pone "el cascabel al gato" a este tema!
(al menos, que yo sepa)

Sos profunda con el bisturí, Gilda, no te das idea lo refrescante que es leerte!

Como entenderás, fue un placer, muy profundo por cierto.

Enooooorme y sentido abrazo, mujer!

7/6/08, 8:59 p. m.  
Blogger Bonchita said...

Siempre tiene que a ver un equilibrio ... osea los amigos se necesitan en los malos momentos, pero un verdadero amigo tambien se necesita cuando tienes cosas buenas...y si eso no se comparte, como dices podria pensarse que no le gusta que tengas triunfos.. que mal no?. Que buen relato, te hace meditar...
Besitos!!!

8/6/08, 12:01 a. m.  
Blogger Clarice Baricco said...

Me encanta como presentas la vida.

Yo quiero un amigo que estè conmigo en las buenas y en las malas.
Que juntos podamos llorar o reir.
Pero bueno, al menos es algo que alguien te de la mano cuando lo necesitas.

Cariños entre la lluvia.

8/6/08, 2:43 a. m.  
Blogger Blasfuemia said...

¡¡cierto cierto!! porque se cree lo contrario, que tienes a la gente ahí.. cuando las cosas van bien, y que cuando todo se desmorona no está nadie. Y no, a veces hay alegrías que se amargan porque nadie las quiere compartir contigo, tienen otras cosas que hacer...

8/6/08, 7:07 a. m.  
Blogger MentesSueltas said...

Hermosas letras a ese sentimiento que es la amistad, mezcla de amor y otras cosas intimas.

Bello.

Te abrazo
MentesSueltas

8/6/08, 8:25 a. m.  
Blogger errante said...

Post perfecto. Enhorabuena y apapachos.

8/6/08, 8:30 a. m.  
Blogger Hank said...

Vamos a ver, la lectura bien podría ser otra: en el universo no abundan los socorristas estoicos, aunque algunos hay, o muchos (sobre todo de boquilla), pero no tantos, y sí, en cambio, son legión los que acompañan los festejos del otro siempre que haya celebración y ágape variado y bien regado.

Lo que le ocurre al amigo de Aquiles quizás sea que el dolor ajeno lo consuele de su propia miseria, y el festejo, al contrario, lo reafirme en la evidencia de su desconsuelo. Eso sería de una maldad terrible, pero quizás inevitable, y, por tanto, redimible.

Lo que tú planteas, que va más allá de mi simple razonamiento y que resulta mucho más interesante, incidiría mucho más en su amigo que en el propio Aquiles. Lo que lo haría protagonista de la historia, pero no lo es. ¿Entonces qué?

Abrazos.

8/6/08, 4:25 p. m.  
Blogger Arcángel Mirón said...

Hank: yo me pregunto lo mismo: ¿Entonces...?

Apapachos a todos.

:)

8/6/08, 4:29 p. m.  
Blogger nomesploraria said...

No recuerdo quien escribió "Que conste que no asisto a los velorios ni por el anís ni por las pastas (...)" Al leer tu relato me acordé.

El universo abunda en socorristas y carece de personas que acompañen la felicidad del otro

Prefiero a los segundos... me parece.

Que hermosos senderos solitarios nos muestras una vez más, Gilda

8/6/08, 4:32 p. m.  
Blogger David said...

Ni el amo ni el esclavo se libran de sus tristezas.

8/6/08, 5:47 p. m.  
Blogger inespoe@gmail.com said...

Creo que definitivamente el amigo era un envidioso que estaba ayudando en las desgracias pero también regocijándose mientras ocurrían y la palmadita en la espalda estaba también impregnada de un risitas de satisfacción.

Hay muchos amigos de Aquiles, los conozco ¿tú no?

8/6/08, 6:03 p. m.  
Blogger Perséfone said...

Bonita manera de describirlo.

Y es que la amistad no sólo se demuestra en las malas situaciones, sino también en las buenas viendo que la otra persona se alegra de tus triunfos y no los envidia ni teme pasar a un segundo plano mientras las alabanzas recaen sobre otros.

Un abrazo.

8/6/08, 9:40 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Sensibilizador ese vacío de Aquiles con aullido incluido.
Mi infinita gratitud contigo por ese acompañamiento por el renacer espiritual y la partida terrenal de mi padre.

¡Nos abrazamos!

8/6/08, 10:41 p. m.  
Blogger Maya said...

Si pudiera comentar con toda la sinceridad del mundo, te diría amiga, que existen "amigos", que nuncan están para celebrar las cosas buenas que nos suceden, pero que son los primeros en la fila de nuestras desgracias. Siempre hay uno o dos de ellos en nuestras vidas.

Besos,

(Aha...y es autobiográfico el post del bar queirolo).

Maya

8/6/08, 11:13 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Un relato fenomenal...y muy cierto...hay que buscar el equilibrio...en la amistad buscamos compartir tanto en las buenas como en las malas...

Saludos...

9/6/08, 1:03 a. m.  
Blogger Soy ficción said...

Q grandes palabras, y q gran verdad. Suelo decir q los amigos no se reconocen en los momentos extremos, son aquellos q estan en todos,de tu lado.

9/6/08, 4:45 a. m.  
Blogger Luna Carmesi said...

Hmmm...
Personas que necesitan ayudarte... Pero rezuman un poco de pus ante el triunfo ajeno...

Tal vez toda un debilidad...

ay...

9/6/08, 7:41 a. m.  
Blogger Bambu said...

Me ha encantado la historia, y es verdad que uno siente las ausencias mucho más en los momentos de celebración que en los de tristeza, yo al menos siempre quiero estar rodeada de los mios para compartir las buenas noticias.

un abrazo

9/6/08, 10:12 a. m.  
Blogger Álvaro Dorian Gray said...

Un día me enseñaron que el amigo es al que no hace falta llamar para cuando andas mal, y es el primero para brindar y llorar...
¿Nos quedamos en el medio entonces??
Nuy bueno saludos y salud

9/6/08, 10:43 a. m.  
Blogger Gi said...

Ni sólo en las buenas ni sólo en las malas, hay que saber distribuir las compañías.
Te mando un beso enorme
(cómo fué todo?)

9/6/08, 12:34 p. m.  
Blogger malditas musas said...

Potente frase final... el aullido del vacío.

Es que los amigos también tienen sus limitaciones. Es importante compartir la felicidad también, claro, para referirse a alguien como "amigo"... Yo esa palabra la reservo para unos pocos a pesar de que han quedado en gran parte al otro lado del océano. Pero una vez que uno se siente así de cerca de alguien, comparte por naturaleza lo que haya.

besos GRANDOTES
musa

9/6/08, 12:43 p. m.  
Blogger RAYITO DE TERNURA- CINE COMPARTIDO said...

Que tal creo que no tenemos el placer de conocernos pero si tenemos amigos en comun gente que nos comenta a los dos , por eso llegue aca .
Mi intencion es que conozcas mi blog erotico y yo conocer el tuyo asi nos conectamoS desde algo tan lindo como la sensualidad y el erotismo .
Si te gusta mi propuesta solo tienes que pasar y decir aca estoy y yo abrire mis brazos y te dire gracias.
HOY EN MI BLOG HAY UN RELATO HECHO EN CONJUNTO CON UNA AMIGA PASATE ESTA SABROSO.

YERMAN

PD: HOY NO COMENTO NADA SOBRE EL TUYO POR QUE SOLO PASE A PRESENTARME ( ALGUIEN TIENE QUE DAR EL PRIMER PASO )

9/6/08, 1:05 p. m.  
Blogger jarta said...

Lamentablemente, mi capacidad para valorar la amistad se encuentra mermada de tal manera que no me atrevo a valorar ninguna de las dos posturas. No obstante, tu reflexión es preciosa y admirablemente bien escrita.

9/6/08, 2:56 p. m.  
Blogger Benjuí said...

Cierto es: hay personas a quienes sólo les atrae la desgracia de los demás.
Se amigo es compartirlo todo...Sin pasarse.

9/6/08, 2:58 p. m.  
Blogger Lola said...

Si hay que pasarse se pasa uno benjuí.... hay q ser buen amigo!! :-P

9/6/08, 7:57 p. m.  
Blogger Chicho said...

no me le dio....que pena...

11/6/08, 11:18 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Se que va a sonar patético. Pero este escrito me recuerda en cierto modo a mi historia. Y la voy a contar (perdón por la extensión).

Yo he sido una amiga estoica. Durante años me he esforzado por estar a las duras y a las maduras con respecto a algunos a los que consideraba mis amigos (o compañeros). Sin embargo, poco a poco me di cuenta de que me elegían a mi para las duras... y para las maduras se iban con otros. Que uno estaba cabreado: a desahogarse con la sonámbula. Que la otra se sentía desgraciada: a llorar con la sonámbula. Al día siguiente: fiesta con el criticado o chiste con torturador. De la sonámbula ni acordarse. Luego, fue la sonámbula la que tuvo problemas. No fue a quejarse a nadie (es estoica). Y nadie vino a decirle ¿cómo estás, niña?. A estas alturas yo ya conocía el final de la película. Era que terminaría siendo la mala.
Esta mañana he sido sometida a un "juicio moral" público por no hacer un favor. Y es que me he negado hacer algo para lo que, reconozco, estoy limitada. Un compañero tiene una discapacidad que le obliga a llevar una sonda y una bolsa de orina que tiene que vaciar en el WC. Siempre me lo pide a mi (vaciar la bolsa) y, con todo el esfuerzo, lo he hecho, hasta ayer, día en que me entraron unas náuseas tremendas mientras veía la orina escurrirse entre mis dedos. Hoy me estaba tomando un café con galletas, cuando ha llegado, cómo siempre, ha pedirme semejante cosa. A mi, otra vez a mi, habiendo 30 personas más en la empresa, con muchas de las cuales se ríe, habla, bromea y cuenta sus cosas. Le dije que no. Pues bien, ahora soy una cabrona insolidaria, una tiquismiqui, una inmoral... Nadie recuerda lo que sí he hecho ni a costa de qué. Tampoco se acuerda cómo he dado la cara en la empresa por él -cuando nadie lo hacía-, ni los problemas que me he buscado por defenderle, ni el mes de limpiar orines, ni de cómo he soportado otro tipo de evacuaciones (quejas, lamentos y protestas varias). Joder, pretendo ser una buena amiga, no que me tomen por un retrete.
Conclusión: al carajo el estoicismo, el altruismo y el buenismo.
(Disculpas por el lenguaje, lo siento, estoy realmente cabreada y como ya no quiero ser estoica, lo digo).
Un saludo,
S.

12/6/08, 7:04 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Arcángel, por favor, escribe algo sobre la doble moral. Sobre los que juzgan a los demás mientras no mueven un sólo dedo. Y sobre los que se aprovechan de la bondad ajena para su propia comodidad. O de cómo una persona honesta y sincera puede llegar a la misantropía. Escribe también sobre el absurdo de la confianza y el castigo a la buena acción, como a la pobre Justine, que tras conseguir liberarse de las perversiones del Marqués de Sade, fue atravesada por un rayo rebelde que dio por colarse a través de su ventana.
No, mejor no escribas nada de esto, que para realidades ya está la vida. Y para tontas, estoy yo.

12/6/08, 7:19 p. m.  
Blogger Arcángel Mirón said...

Sonámbula: las víctimas también pueden ser abusadores. Tu compañero de trabajo, por ejemplo. Entiendo su dificultad y entiendo la tuya.
El altruismo y el egoismo están mal entendido. Altruismo es poner a los demás siempre adelante. Es preferir el beneficio del otro antes que el tuyo. Egoismo es, por el contrario, preferirse a uno mismo. Decime, con una mano en el corazón: ¿qué actitud te parece más enfermiza?
Ni se te ocurra sentirte culpable.

En mi cuento, quien rechazaba compartir la felicidad era el mismo amigo estoico. Eso también sucede, y también duele.

Te abrazo.

13/6/08, 10:38 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

GRACIAS!
Recibo tu abrazo y te envío otro, muy grande. Y me construyo una gran coraza que cubra mi espalda, donde pueda cargar con los juicios ajenos y las consecuencias de mis propias decisiones, sin que me lastimen la piel. Sin embargo, la parte del corazón no la protejo con corazas, la dejo libre para que entre lo bueno... que también lo hay.
Un beso, Arcángel
:-)

13/6/08, 5:22 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Qué interesante este relato, Gilda. El amigo estoico que sólo está para las desgracias. Tantas veces buscamos socorristas y tan pocas compartidores... es mucho más fácil consolar que alegrarse de las alegrías de los demás, me parece.

Sin duda un amigo estoico debe tener un equilibrio...

2/7/08, 1:06 p. m.  

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