Barniz para alas en el viejo almacén
Yo vivo en la esquina de las calles J y S. A una cuadra de mi casa, en la esquina de J y T, existía el imponente almacén de Héctor. Era el almacén del barrio, y era imponente porque era imponente. Enorme. Demasiado para un simple almacén. El piso era de madera vencida, la iluminación consistía en una lamparita débil y lejana, y un gato se paseaba entre y sobre las latas de tomates, los salamines y los frascos de aceituna. Yo debía tener menos de diez años cuando Héctor cerró su negocio. Como era imponente y destartalado, el viejo y abandonado almacén parecía una especie de casa embrujada, ideal para atraer niños traviesos; supongo que por ese motivo Héctor tapió con cemento la entrada, y la esquina de J y T se convirtió en un casi imperdonable desperdicio de espacio, con pasto crecido y árboles desprolijos en la vereda.
Ayer llevé a Pepo a dar una de sus tantas vueltas diarias. Cuando estábamos llegando a la esquina de J y T, veo que de uno de los árboles desprolijos colgaba un par de alas de ángel, plateadas y brillantes. Las alas colgaban como si el ángel las hubiera tendido un rato al sol. Apoyado contra la ventana del antiguo almacén, un hombre sospechosamente sin alas esperaba algo con un frasco de pintura plateada en aerosol. Su calidad angélica quedó confirmada cuando Pepo pasó por su lado y no lo olió: Pepo olfatea con curiosidad descarada a cada humano que se cruza en su camino. El ángel me miró indiferente y siguió esperando que sus alas se sequen.
Empiezo a creer que las entradas tapiadas con cemento no son un obstáculo para los ángeles tenaces que paran en mi barrio.
Ayer llevé a Pepo a dar una de sus tantas vueltas diarias. Cuando estábamos llegando a la esquina de J y T, veo que de uno de los árboles desprolijos colgaba un par de alas de ángel, plateadas y brillantes. Las alas colgaban como si el ángel las hubiera tendido un rato al sol. Apoyado contra la ventana del antiguo almacén, un hombre sospechosamente sin alas esperaba algo con un frasco de pintura plateada en aerosol. Su calidad angélica quedó confirmada cuando Pepo pasó por su lado y no lo olió: Pepo olfatea con curiosidad descarada a cada humano que se cruza en su camino. El ángel me miró indiferente y siguió esperando que sus alas se sequen.
Empiezo a creer que las entradas tapiadas con cemento no son un obstáculo para los ángeles tenaces que paran en mi barrio.
43 Comments:
Recuerdos de niñez... que hasta tienen olor...
Me encantó tu ángel...
Un saludo
Cuando Héctor tapió la entrada no se dio cuenta de que, a partir de ese momento, su imponente almacén se convertiría en una estación de servicio para ángeles viajeros.
Bellísimo.
Un beso de ángel.
el "do it yourself" a llegado a los ángeles. La verdad es que puedo verlo, es un post tremendamente gráfico, aunque inoloro, eso si.
me gusta la imagen del ángel pintando y dejando secar sus alas...
Muy cercana la situación, humana. La próxima vez que en una esquina me venga olor a pintura, miraré a ver... quizás...
Besos. :-)
dios mio, el teclado se me come las letras, por supuesto es "Ha llegado".
¡Qué suerte, un barrio con ángel!
Besitos
Gracias por el libro recomendado. Intentaré encontrarlo.
Un beso.
ey todos comentan
como k lo k escribiste es inventado
yo soy la unika ingenua?
:(
Hay verdaderos artistas que son ángeles y decoran bien (no con desagradables pintadas) las paredes que están en el olvido.
Un abrazo
Ojalá si algún día veo un ángel, no me quede esperando a que se le sequen las alas...
Un beso, cada día escribes mejor, como gardiel! jajajajaja
Los ángeles de mi barrio mandan sus alas a la tintorería; será por eso que tienen el volar difícil. :)
Un beso.
Disfruté de uno de esos almacenes en el pueblo de mis padres, cuando era chica.
Tienen (tenían) una magia tan especial, que no me asombra que los ángeles los elijan de morada.
Qu� lindos recuerdos... Me gustaron.
Bsss. pas� a saludarte.
Nos vemos.
Quizás es que Pepo no quería problemas, debe ser listo.
Besos.
¿No será que el ángel seas tú y esas alas son las de tu niñez? Seguramente te las estaba remodelando, aunque ahora tus letras son tus propias alas.
Lindo relato.
Besos.
Esas puertas o espacios tapiados, son las entradas camufladas a un submundo de ciegos. Laberínticos informes se escriben en esos espacios. Seguramente, si existen los ángeles, serían los custodios para que no se escape nadie. A veces, pierden la cuanta y alguno se pierde, amparado por las sombras.
Pues vaya gozada vivir en un barrio así, os paseos convertidos en una aventura .(un angel visitando a un arcangel )
Besos
Con las alas al sol, secándose, y el angel in-alado esperando pacientemente recuperar sus señas de identidad... el paisaje del almacén brilla con luz propia.
Los angeles de los recuerdos vivien en nuestros rincones... tapiados o no.
Te abrazo
MentesSueltas
Mi librero me advierte que Estaciones de tinta negra no está disponible en España. Según parece sí lo estaría en Argentina, pero con dudas. He intentado otras vías, de momento infructuosas. Bad news...
Escondite para angeles...
Golosina para especuladores inmobiliarios...
Ay si ese rincon esta en una ciudad española...
Nos quedamos sin magia Arcangel!!
¿Y quién manda más, un ángel o un arcángel?
No pasearé nunca más sin ver en edificios destartalados la sospecha de un ángel repostando para su vuelo.
Bonita historia
Es que no hay mezcla de cemento capaz de frenar el aleteo de un ángel...y menos en tu barrio, con ese nombre tuyo... :)
Besos
Jenny: no, sos la única que conoce el barrio :)
Apapachos a todos.
en el mio no hay ángeles, pero tampoco demonios (que para mi son la misma cosa). Hay zombies canivales
besotes
Será mejor que empiece a construir un imponente almacen mañana mismo cerca de mi ventana así cuando por la noche no vea la luna miraré a los ángeles mientras duermen.
MUCHÍSIMAS GRACIAS por la felicitación!!!
Que tengas una buena semana niña!!
Un abrazo
Regina
Es bellísimo lo que escribes. hasta los ángeles hacen tunning
Las puertas tapiadas, los espejos, los túneles, las aguas movedizas: ventanas hacia otros mundos.
ABrazos
La pasividad de Pepo es una prueba irrefutable de la divinidad de aquel tipo. Podias haberle pedido un deseo o algo, por si le da por concedertelo :)
los ángeles suelen ser muy persitentes
besos
lágrimas de mar
El almacen tenía cosas yo estaba diáfano y lleno de polvo?
Y ya que estamos preguntones
Definitivamente, los ángeles tienen o no tienen sexo?
LLámelo curiosidad, llámelo morbo. Lo que usted prefiera
Dichosos animales míticos
Precioso escrito. Un placer leerte.
Saludos y salud
Para mí que Héctor lo dejó encerrado, y por fín se ha podido escapar...
Me gusta caminar por tu barrio con vos. Hermoso texto.
besos
musa
Todos tendríamos que tener algo del descaro de Pepo y la tenacidad del ángel.
Besos
Bonita imagen la del ángel secando sus alas en un árbol. Me pregunto si las lavó a mano o a máquina.
Gilda! qué encantadora imagen has traído! He imaginado ese viejo edificio perfectamente (aún hoy Mendoza conserva unos pocos, de similares características y con un viejito Héctor atendiendo)
Adoro pensar en ángeles tenaces...creo que necesitaré a Pepo para que me confirme si el Héctor que he visto...es uno de ellos!
Cariñotes Querida Arcángel!
Muy hermoso, me encantó, bella imagen.
Los ángeles están por toda la ciudad, sólo hay que saber cacharlos, je.
Saludos, vecina lanusense!
PD: muy buena respuesta a los testigos de jehová. Me gustaría ser tan rápida como vos en esos casos :)
Wim Wenders lo contó de la manera contraria: los ángeles nos veían y nos cuidaban mientras nosotros no podíamos percibirlos. Mucho más interesante lo que tu puedes hacernos ver y sentir, como no podía ser de otra manera, Arcángel :)
¡Ja! Tanto misterio y preciosismo, tanta magia inefable. Venga, Arcángel, ¿cómo no vas a verlos tú si lo que hacías -confiésalo- era pasar revista? ¡Ningún ángel de mi batallón con las alas sucias! No vaya a ser que el Mandamás ordene formar a sus impolutos ejércitos inesperadamente y agarre semenjante mosqueo.
Gilda!! Ángeles plateados. Ángeles con alas barnizadas. Ángeles al fin. Cada uno tiene el suyo y sin embargo, pocos tienen el bello placer de verlos y convencerse.
Que tus ángeles te acompañen para que puedas soñar con ellos. Igual que cuando eras niña.
Besos nena!!
Sil
Vuelvo pasito a pasito...
Os he echado muuuucho de menos.
Agatha Blue*
Qué hermoso relato!!!, y que suerte que por tu barrio paseen los ángeles, de seguro hay cosas muy interesantes para contemplar.
Un abrazo!
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