03 enero, 2010

La ley del deseo

No tener otra fe que la piel ni más ley que la ley del deseo (Joaquín Sabina).

Cosa difícil, la libertad. Hablo, en esta ocasión, de la libertad personal, no de la libertad social o política. Aunque no sé si algo puede separarse de lo otro, o si todo es parte de lo mismo: el mundo que jamás dejó de ser caos. Pero que el mundo no haya dejado de ser caos es una buena noticia, porque el caos es el principio, según dicen, y a mí me gustan los principios; dan lugar a muchas cosas. Me estoy yendo de tema, pero no tanto.

Decía que la libertad es difícil, y lo es porque estamos confundidos: muchas veces somos ególatras pero creemos que el egoísmo es algo malo. Y egolatría y egoísmo son dos cosas distintas, y la primera es la errónea, mientras que la segunda es la saludable. Ya hablé de esto, disculpen el eco, pero para hablar de libertad tengo que hablar de egoísmo, porque ambas cosas van de la mano. Egoísmo es preferirse a uno mismo. Egolatría es pretender que los demás también nos prefieran. La mezquindad, la insolidaridad y la maldad no tienen nada que ver con el egoísmo. Voy a poner un ejemplo: estoy en una entrevista de trabajo, y a mi lado hay otro postulante. Ambos necesitamos el trabajo. Si fuera altruista (si prefiriera a los demás), me haría a un lado y dejaría que le den el trabajo a esa otra persona, y yo seguiría desempleada. Pero como soy egoísta (me prefiero a mí y busco mi bienestar), dejo que me entrevisten y trato de causar la mejor impresión, deseando que me tomen. ¿Soy mezquina? ¿Soy insolidaria? ¿Soy mala? ¿O actúo con lógica?

Sin esa lógica del egoísmo, no hay libertad. Si no busco mi bienestar, no hay libertad. Si no hago, en primerísimo lugar, lo que quiero, cumpliendo a rajatabla la ley de mi propio deseo (y no lo que se supone que debo hacer, porque así lo hace la mayoría o la minoría), no hay libertad para mí.

Puede ser que alguien salga perjudicado si hago lo que quiero. Es más: más de uno saldrá perjudicado si hago lo que quiero. Puedo prometer algo: no perjudicaré a nadie adrede; no deseo herir, violentar, quebrar, rasgar. Mi deseo va por otro lado, mi deseo es egoísta, no se centra en las heridas ajenas. Pero puede ocurrir (y ocurre, y ocurrirá) que alguien no esté de acuerdo con mi deseo, y con lo que mi deseo me lleva a hacer. Esa persona, entonces, se verá perjudicada, así como yo me veo perjudicada cuando alguien hace algo que no me sirve. ¿Puedo reclamarle algo a la persona que hace eso que no me sirve? Si reclamara algo a esa persona, estaría siendo ególatra: estaría pretendiendo que esa persona deje de hacer lo que quiere para pasar a hacer lo que yo quiero.

La libertad es egoísta. Yo hago lo que quiero. Eso es egoísmo. Eso es libertad.

Algún día tendré una Harley-Davidson, o un león volador, o un dragón chino, y me iré por ahí, me iré a celebrar el caos del mundo, porque el caos es principio, la libertad es caos, la libertad es principio. No hay libertad en lo que encaja, no hay libertad en el orden forzado de las cosas.

No hay libertad posible en las leyes que no derivan de la ley del deseo.

20 Comments:

Blogger TORO SALVAJE said...

Feliz Año Gilda.
Cada vez es más difícil hacer lo que uno quiere.
El Gran Hermano se encarga de dificultarlo.
Besos.

3/1/10, 3:03 p. m.  
Blogger mera said...

Si nos movemos por el criterio del deseo podemos ser muy felices y muy desgraciados, generalmente ambas cosas. Pero somos. Sin libertad, simplemente no somos.

3/1/10, 5:31 p. m.  
Blogger kutxi said...

Me ha gustado mucho esta entrada. Mucho. Por primera vez en mucho tiempo, quizás en toda mi vida, estoy haciendo lo que quiero. Lo peor de todo es que me he pasado años, no ya haciendo lo que otros querían, sino dejándome llevar por la corriente. Ahora llevo unos meses remando directo a la catarata. Y me gusta.

Un beso y feliz año.

3/1/10, 7:00 p. m.  
Blogger Belén said...

Yo creo que eso es difícil de entender, así como entender que el deseo del otro puede pasar por encima de ti...

Y eso si es complicado

Besicos de feliz año

4/1/10, 4:24 a. m.  
Blogger Druida de noche said...

Menudo problema dejas planteado.. La libertad (como dicen los liberales del siglo XVIII) tiene como limite al vecino, hacer lo que quieras sin dañar al projimo.

beso
druida

4/1/10, 5:29 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Estoy de acuerdo con la entrada, aunque no creo que nadie sea completamente libre. No creo que haya nadie que no tenga ni un solo sentimiento. Algo que para mi es algo que ata la libertad.

4/1/10, 8:50 a. m.  
Blogger Salva said...

Llevaba yo unos días pensando también en el egoísmo (tan necesario algunas veces).

=) Feliz año!

4/1/10, 10:25 a. m.  
Blogger El Doc 9 said...

Siempre oportuno el Arcangel. LA libertad es egoísmo o nu sentimiento?buen análisis el tuyo. mucha suerte en este 2010

4/1/10, 11:55 a. m.  
Blogger Ula said...

"La libertad del otro, prolonga la mía".
Egoísmo, al principio para aprender a caminar en libertad, luego hay que considerar otros factores, ejemplo la justicia etc, etc.
Feliz Año, Gilda.

4/1/10, 7:33 p. m.  
Blogger Ines said...

Feliz año guapa y que sea libre por encima de todo(incluso por encima de feliz ) .
besos

5/1/10, 1:43 p. m.  
Blogger Castigadora said...

Pasé a leerte, porque ahora que tengo algo más de tiempo extrañaba tus escritos.
Este especialmente me ha llegado. Hace poco intentaba explicar ese punto de vista a unos amigos, pero sin duda tus palabras son mucho más acertadas.

Un Beso

6/1/10, 9:36 a. m.  
Blogger Enrique Páez said...

El deseo y el placer son los motores de la existencia. Feliz año.

6/1/10, 10:33 a. m.  
Blogger LA CASA ENCENDIDA said...

Una reflexión niña, que me deja pensando. Es complicado pero creo que te entiendo.

Feliz año 2010, que se cumplan todos tus deseos aunque les parezcan egoismo a otros.

Besicos muchos guapa.

6/1/10, 7:24 p. m.  
Blogger La lechuza said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

8/1/10, 6:59 p. m.  
Blogger malditas musas said...

Mi querido arcángel, me temo que coincido con la lechuza, tengo el pálpito de que hay imposiciones camufladas de "deseos".
Desconfío del "yo, mi, me, conmigo" en relación a la libertad.

Felicísimo año.
musa

8/1/10, 7:57 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Y yo diría que de la mano de la libertad viene la felicidad.

La mayoría de las personas no entienden ni quieren entender lo que explicás en este post, a pesar de que está claro como el agua. No le agregaría ni le quitaría una coma.

Venimos arrastrando modelos obsoletos desde hace años. Pensamos que cediendo o esperando que el otro cambie vamos a ser felices. Y lo cierto es que uno se cansa de ceder y esperar cambiar al otro es lo más ridículo que podemos hacer. ¿Qué derecho tenemos?

Hasta que no aprendamos a hacernos cargo de nosotros mismos, seguirá vigente la cita de Cortázar que pusiste ayer en FB: "Y después de hacer todo lo que hacen, se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se peinan, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son".

¡Besos!

8/1/10, 10:54 p. m.  
Blogger Zorro de Segovia said...

como en todo, lo malo no es el sentimiento, sino el exceso del mismo. Si no eres muy egoísta, muy ególatra, muy soberbio, muy vanidoso, muy presumido ... y te conformas con una pizca de todas esas "malas cosas", tú te verás mejor y no molestarás a nadie. ¿No decía Sartre que tu libertad termina donde comienza la de los demás?

9/1/10, 8:19 a. m.  
Blogger Antígona said...

Vaya, Arcángel, lo siento, el comentario suprimido era el mío disfrazada del nick que utilizo para otro blog que tengo para el curro. Pero en mis prisas por borrar el rastro de mi otra identidad se me ha olvidado copiar de nuevo el comentario para volver a pegártelo :)

Ahora no sé muy bien cómo arreglarlo, aunque supongo que te habrá llegado copia de él a tu correo.

Perdón por la torpeza :)

Más besos!

10/1/10, 1:23 p. m.  
Blogger Arcángel Mirón said...

Antígona: acabo de ver tu mail. :) Por fortuna leí el mensaje aquí hace un par de días, pero no me llegan las notificaciones a mi correo, así que no pude guardarlo, lo lamento.

Tal vez no me supe explicar bien, o tal vez sí y realmente no estamos de acuerdo, o tal vez el tema es demasiado complejo para resumirlo en un breve posteo. Hay algo que dijo Lucy que resume lo que quise decir: "Hasta que no aprendamos a hacernos cargo de nosotros mismos, seguirá vigente la cita de Cortázar que pusiste ayer en FB: "Y después de hacer todo lo que hacen, se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se peinan, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son".

Hacerse cargo de uno mismo. La libertad, el egoísmo y el hacer caso de nuestros deseos incluye, necesariamente, ese hacernos cargo de lo que deseamos, de lo que decidimos y del camino que seguimos. Si no, si no hacemos lo que queremos y nos hacemos cargo de eso, si simplemente cedemos, tarde o temprano le diremos a alguien: "Yo hice tal cosa por vos". Y no me parece honesto ni justo para nadie.

Apapachos a todos.

:)

10/1/10, 5:37 p. m.  
Blogger Antígona said...

Es obvio, Arcángel, que la cuestión es compleja y no se deja resumir en un post.

Y ahora que leo tu respuesta, es posible que nuestras posiciones no se encuentren tan distantes, y simplemente estemos abordando la cuestión de la libertad desde perspectivas opuestas.

Me temo que toda la discrepancia radica en el sentido que cada una de nosotras está dando al concepto de deseo. Y me parece que lo que tú llamas deseo es lo que yo estoy llamaba decisión, y no simplemente la pura apetencia irreflexiva.

Ante este tipo de discusiones sobre la cuestión de la libertad siempre pienso en el caso más extremo: un hombre apunta a otro en la cabeza y le dice que si no mata a un tercero que está frente a ellos le matará a él. El que tiene la pistola sobre la sien siempre podrá decir: "Me obligaron a hacerlo". Pero hay que responderle: "Mentira, elegiste tu vida en lugar de la de la otra persona. Tenías dos alternativas y eras libre de elegir entre ellas".

Ante este tipo de decisiones, me cuesta hablar de deseos, porque para todo el mundo resultaría indeseable verse en una situación así. Y más me cuesta hablar de deseos si la persona imaginaria en cuestión hubiera decidido no matar al otro y morir él.

Pero si la discrepancia sólo es terminológica, entonces no hay, en el fondo, discrepancia alguna. Porque entiendo perfectamente lo que quieres decir con hacerse cargo de uno mismo que, para mí, es hacerse cargo de la propia libertad.

Un beso!

10/1/10, 6:19 p. m.  

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