Composición. Tema: Florida y otras yerbas.
Le hice caso a Ricardo, el caribe, y me compré un Pérez Reverte. El Club Dumas no lo consigo por ningún lado, pero el primer tomo de Las aventuras del Capitán Alatriste me conformó. Me conformó antes de empezarlo; ahora que lo estoy acabando, me apuré a adquirir el segundo. Sumado a La sombra del viento, de Ruiz Zafón, Pérez Reverte me demuestra que nadie como Ricardo para recomendar libros.
Encontré una plaza altiva al final de Florida, para leer y "pastorear el tiempo" (García Márquez, txt) antes de pasar por Claudia y asentarnos en Aroma. Una rusa o polaca o alemana se sentó en el mismo banco y al minuto me preguntó si no sabía dónde quedaba la calle Santa Fe. Yo, que no me doy cuenta en qué calle estoy parada en castellano, imagínenme indicando en ruso o polaco o alemán dónde queda una calle que no se. Tuve que revelarle mi ignorancia, y la chica se fue ofendida, y yo pensé "lo lamento... pero cocinate en tu vino!!!". Lo que no entendí es para qué cadorcha se sentó en el banco durante un minuto antes de preguntarme...
Luego me sucedió algo incómodo y divertido: al pasar por una perfumería, la promotora me dio uno de esos cartoncitos con perfume que sirven de propaganda. Lo olí y un viejo que venía caminando al lado mío me dijo
- Qué linda fragancia!! - mientras me miraba el pecho. Yo me empecé a reir con esa risa que tengo que empiezo y no puedo parar, porque el viejo me hizo acordar a una conversación que había tenido días atrás con Semilla Resonante Amarilla acerca de los piropos callejeros, una conversación que ahora y acá no importa... la cuestión es que el viejo debió creer que me reía porque su comentario me había agradado o algo así, porque me guiñó un ojo, lo que aumentó mi risa... y así habría seguido, pero en ese momento Claudia me envió una lechuza avisándome que ya estaba disponible, y pude cortar.
Pero cómo transpiré, será de Dios!!!
Ah, Clau!! El cosito ese de frambuesa... estaba relleno de frambuesa!!!
Increíble, no?
Encontré una plaza altiva al final de Florida, para leer y "pastorear el tiempo" (García Márquez, txt) antes de pasar por Claudia y asentarnos en Aroma. Una rusa o polaca o alemana se sentó en el mismo banco y al minuto me preguntó si no sabía dónde quedaba la calle Santa Fe. Yo, que no me doy cuenta en qué calle estoy parada en castellano, imagínenme indicando en ruso o polaco o alemán dónde queda una calle que no se. Tuve que revelarle mi ignorancia, y la chica se fue ofendida, y yo pensé "lo lamento... pero cocinate en tu vino!!!". Lo que no entendí es para qué cadorcha se sentó en el banco durante un minuto antes de preguntarme...
Luego me sucedió algo incómodo y divertido: al pasar por una perfumería, la promotora me dio uno de esos cartoncitos con perfume que sirven de propaganda. Lo olí y un viejo que venía caminando al lado mío me dijo
- Qué linda fragancia!! - mientras me miraba el pecho. Yo me empecé a reir con esa risa que tengo que empiezo y no puedo parar, porque el viejo me hizo acordar a una conversación que había tenido días atrás con Semilla Resonante Amarilla acerca de los piropos callejeros, una conversación que ahora y acá no importa... la cuestión es que el viejo debió creer que me reía porque su comentario me había agradado o algo así, porque me guiñó un ojo, lo que aumentó mi risa... y así habría seguido, pero en ese momento Claudia me envió una lechuza avisándome que ya estaba disponible, y pude cortar.
Pero cómo transpiré, será de Dios!!!
Ah, Clau!! El cosito ese de frambuesa... estaba relleno de frambuesa!!!
Increíble, no?
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